
El gobierno malayo ha vendido su participación en Lotus a la principal armadora del país, DRB-Hicom, por 324 millones de euros.
El estado malayo podría estar pensando en vender su participación en Proton, por lo cual Lotus corre peligro de ser vendida.
Su premura se intensifica ante la inminente privatización de la marca malasia, en la cual la británica se convertiría en un auténtico lastre y su relación perdería todo sentido.