Consejos para sacar el máximo rendimiento de tu coche eléctrico en verano

Estamos ante un verano muy caluroso y aunque no seamos conscientes, esas temperaturas tan elevadas que sufrimos también afectan a los coches eléctricos, haciendo que sea bastante más difícil que funcionen correctamente. Las baterías están preparadas para funcionar a un rango de temperatura muy específico y fuera de este, pueden existir problemas si hay un calor excesivo o un frío muy intenso. Sobre todo, estos problemas se perciben a la hora de cargar la batería.

Por eso, en el momento de cargar la baterías se puede notar como el proceso de carga lleva más tiempo del que podemos considerar normal y se producen retrasos a la hora de conseguir que la batería esté a pleno rendimiento. Además, en sitios cercanos al mar, la excesiva humedad y el salitre pueden propiciar la corrisión de los elementos de la batería. Un correcto mantenimiento y seguir estos consejos pueden hacer que se mejore el rendimiento de la batería.

El calor afecta a las baterías

Las baterías de los coches eléctricos e híbridos enchufables están refrigeradas, así que se puede reducir el impacto del calor en su funcionamiento. Pero hay que tener en cuenta que en verano se incrementa la necesidad de energía, ya que se utiliza el climatizador. Esto afecta a la autonomía, ya que el coche requiere más energía para funcionar.

En la carga, las temperaturas que superan los 25 ºC provocan que la carga se ralentice. Es importante utilizar un cargador que esté protegido bajo techo y si es posible, en un garaje cerrado y protegido del sol. Además, siempre es mejor realizar la carga en momentos en los que la temperatura no sea excesiva, así que siempre sea posible, es mejor hacerlo durante las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.

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La carga rápida es muy atractiva para tener la batería lista en poco tiempo. Pero el uso de este tipo de carga provoca que haya un exceso de temperatura y esto hace que la batería sufra y pueda reducirse su vida útil. Es aconsejable hacer la carga de manera lenta, siempre que sea posible. De esta manera, la batería no sufre el estrés provocado por la carga rápida y se puede cuidar mejor si se realiza con un proceso más lento y a lo largo de más tiempo.

A la hora de aparcar, también es aconsejable hacerlo donde el calor y el sol no represente un problema serio. Si se protege el coche del calor extremo y del sol directo, siempre será mejor y se podrá mantener en mejor estado el vehículo.

El verano es un momento de temperaturas muy elevadas y esto afecta a todos los vehículos, aunque los eléctricos e híbridos encufables lo sufren más que los que funcionan con batería.