Jeep Renegade 2.0 MTJ 120 CV 4×4 Game Changer, opinión y prueba
Nuestro protagonista en la sección de pruebas es el Jeep Renegade, en la edición Game Changer. Este acabado es el arranque de la gama 4×4 del Renegade, equipado con un motor diesel de dos litros y con 120 CV. Te contamos todo sobre el Renegade, sobre sus capacidades off-road y sobre su diseño, calidad y espacio interior o equipamiento.
Motor y prestaciones
La gama diesel del Jeep Renegade arranca con el archiconocido motor 1.6 Multijet de 120 CV, un propulsor más que suficiente para mover con soltura al Renegade pero todas las versiones 4×4 van asociadas al motor de dos litros en tres variantes de potencia: 120 CV (Game Changer y Limited), 140 CV (Limited) y 170 CV (Trailhawk). Así que nuestra unidad bajo el capó equipaba el propulsor 2.0 Multijet de 120 CV asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones y la tracción total Active Drive con Selec-Terrain.
El motor es prestacional incluso en esta variante de 120 CV, acelera con contundencia gracias a su par motor de 320 Nm a tan sólo 1.250 r.p.m. lo que se traduce en una buena respuesta a bajas vueltas y un empuje decidido hasta llegar a las 4.000 r.p.m. Nosotros tuvimos la ocasión de probar el 140 CV y apenas se nota diferencia entre el 2.0 MTJ de 120 CV y el 2.0 MTJ de 140 CV, en ambos casos, la respuesta es buena y no tendremos problemas a la hora de afrontar un adelantamiento, una subida prolongada en autovía o una incorporación.
Asociada al motor va una caja de cambios manual de seis velocidades, con una primera corta y adaptada a un uso más off-road y una sexta más larga que ayuda a reducir consumos en carretera o autovía.
Game Changer: tracción total con neumáticos M+S

Nuestra unidad con el acabado Game Changer supone la versión de acceso a la gama 4×4 del Renegade, equipando el sistema de tracción total Active Drive. Este sistema no incorpora reductora, pero permite el acoplamiento de la tracción total de forma automática o pulsando un botón, de esta manera, cuando la tracción no es necesaria el coche circula en modo 4×2 con el eje trasero desconectado y si las condiciones de la conducción o terreno lo requieren se conecta el eje trasero. Además dispone del Selec-Terrain: Auto, Nieve, Arena y Barro (adaptando la tracción a cada tipo de terreno).

Este sistema de tracción unido al uso de neumáticos M+S hace que nuestro Renegade no tenga problemas a la hora de afrontar rutas off-road o zonas de complicada adherencia, con el único límite de su altura que no está pensado para un uso off-road extremo. En la práctica, tanto en nieve como barro (dos de las situaciones donde lo hemos probado) la respuesta es muy buena y se convierte en un buen «4×4 compacto» pasando airoso por la mayoría de las situaciones.
Para los que busquen un uso 4×4 más extremo está la versión Trailhawk que incorpora reductora y además mejora los ángulos del Renegade para afrontar situaciones más complicadas. Para su uso en nieve (en las épocas invernales) o en zonas de montaña donde habitualmente haya barro o baja adherencia, o incluso por pistas forestales donde en algún momento se necesite la tracción, esta unidad que hemos probado es perfecta.
Comportamiento: SUV ágil

Una de las cualidades que más nos ha gustado del Renegade es su agilidad, pese a ser un buen 4×4 no ha sacrificado en ningún momento la agilidad en carretera. El Renegade junto con el Fiat 500x estrenaron nueva plataforma, y la sensación al volante es muy buena. En carreteras con curvas no se notan inercias y el coche se mueve con una agilidad más cercana a la de un turismo que a la de un SUV o 4×4, de echo hay en el mercado otros SUV con menores cualidades off-road que tienen un peor paso por curva que el Jeep Renegade.
Mientras que en carretera es un coche cómodo, su diseño exterior no juega a favor de la aerodinámica, pero en cambio la insonorización interior es correcta. Las suspensiones son confortables sin ser excesivamente blandas y en carretera o autovía la sensación es de estabilidad. Otro terreno donde se mueve con soltura es en la ciudad gracias a sus medidas, es un coche de tamaño compacto y eso le permite moverse por las urbes sin problemas.
Consumo

En nuestro recorrido habitual por autovía entre Madrid y Vigo el consumo medio fue de 6,4 litros a los 100 km, una cifra que se puede reducir en carreteras si somos cuidadosos con el acelerador y con la conducción, llegando a obtener consumos por debajo de los 6 litros a los 100 km, en conducción normal la cifra ronda los 6-6,2 litros a los 100 km en carretera.
En ciudad, en nuestra prueba habitual por las calles de Vigo el consumo medio fue de 7,2 litros a los 100 km.
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