El nuevo KTM X-Bow GTX es una bestia por y para batirse en circuito

Miguel Lorente     19 octubre 2020     4 min.
El nuevo KTM X-Bow GTX es una bestia por y para batirse en circuito

El nuevo KTM X-Box GTX es la evolución y revolución del coche del fabricante de motocicletas en su apuesta para automóviles sin igual destinados a circuitos

El tiempo corre tanto o más que uno de los KTM X-Bow por mucho que estas máquinas de circuito hayan sido diseñadas para luchar contra el cronómetro. Y es que, viendo en pista en uno de nuestros queridos y añorados en tiempos de pandemia y confinamiento track days, o días de tandas,  lo que puede hacer uno de estos vehículos producidos desde finales de la primera década de este segundo milenio según la cronología occidental, el nuevo KTM X-Bow GTX debe ser aún más excitante, a pesar de que su extraña apariencia sigue poniéndolo más cerca de un encuentro en la tercera fase que de un avistamiento de un automóvil de los más exclusivos.

Y es que, si excepcional es tener un avistamiento ufológico, más aún es toparse con uno KTM X-Bow y más aún será hacerlo respecto de la nueva propuesta de la firma de motocicletas venido a constructor de coches deportivos extremos ya que, por el precio del KTM X-Bow GTX será más que complicado toparse con uno, a menos que sea en un paddock o en plena pista de un circuito.

Ktm X Bow Gtx (3)

El nuevo KTM X-Bow GTX toma la experiencia sumada en diferentes campeonatos donde los ya veteranos y a extinguir KTM X-Bow GT4 han formado parte del listado de competidores y, para este caso, la marca ha decidido reformular el concepto original.

Desde el circuito y para el circuito: el ciclo de la vida del KTM X-Bow GTX

De base, el nuevo KTM X-Bow GTX pasa de ser un roadster biplaza a descapotable también con dos asientos y es que, ahora, su techo se desliza cual cúpula de un caza de combate.

Ktm X Bow Gtx (4)

Este techo viene a ensamblarse junto con una carrocería en una combinación de hipercoche de nuevo cuño, ya que, por su apariencia, podría, incluso, ser el hermano de circuitos del Dallara Stradale, nada más lejos de la realidad ya que el diseño de la carrocería es obra de Kiska aunque es cierto que este vehículo austriaco ha sido concebido a partir de la tecnología que el artesano italiano ha desarrollado como cuna o chasis con un peso de tan solo 80 kg.

A partir de ahí, el enfundado es una suerte de planos, filos y ceños fruncidos que ocultan un propulsor fabricado por el Grupo Volkswagen, un TFSI de cinco cilindros con 2,5 litros de cubicaje que produce 530 CV de potencia y 650 Nm de par motor.

El conjunto motriz viene a ser gestionado por una caja de cambios secuencial de seis relaciones desarrollada en exclusiva y derivada de la que cuentan los KTM X-Bow GT2, variantes de competición que han sido banco de pruebas y origen de algunas de las soluciones del nuevo GTX.

¿Qué es un Track Day?

¿Qué es un Track Day?

Los famosos track days o días de tandas son jornadas donde los amantes de la conducción extrema pueden disfrutar de un trazado cerrado en exclusiva para ello

Con un equipo de frenos propios de las unidades de carreras, con unas pinzas de seis pistones dispuestas para morder unas ‘paellereas’ de 378 mm en el eje delantero y una pareja de mordientes de cuatro pistones y discos de 355 en el trasero, todo lo que acelera rápido, necesita frenar aún más y, para no perder el contacto con el asfalto, la suspensión desarrollada por el especialista Sachs no solo equipa un sistema ajustado para pista sino que es regulable y adaptable a la situación.

En total, con un peso de tan solo 1.048 kg, la teoría dice que cada CV de potencia disponible en el vehículo tiene una exigencia de desplazar 1,98 kg del automóvil. Eso sin contar los 120 litros disponibles por llenar el tanque de combustible, junto con el pasajero o pareja de pasajeros que podría ocupar los bacquets de competición haría de único lastre para un KTM X-Bow GTX ya presto para fagocitar cada milímetro del asfalto puesto que las primeras unidades empezarán a entregarse ya mismo.

Eso sí, no sin antes haber desembolsado al menos desde 230.000 euros, que es el coste del que parte el KTM X-Bow GTX, y desde 294.000 para el GT2 de competición.


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