Mercedes-AMG desvela nuevos detalles sobre el éxito en el circuito de su prototipo GT XX

Hace ahora una semana, hicimos referencia en otra entrada al espectacular éxito alcanzado por Mercedes-AMG en el circuito italiano de alta velocidad de Nardò con el prototipo AMG GT XX. El fabricante alemán logró recorrer con este superdeportivo eléctrico más de 40.075 kilómetros en menos de ocho días, estableciendo una nueva marca en una prueba de resistencia con un vehículo eléctrico. Y este fue solo uno de los muchos récords que se lograron batir.

Mercedes-AMG ha compartido ahora nuevos detalles sobre el innovador sistema de refrigeración del vehículo, la estrategia operativa y las paradas de carga ultrarrápida en un punto de carga prototipo de Alpitronic, que hicieron posible esta hazaña.

En la pista de pruebas de Nardò dos prototipos del AMG GT XX batieron 25 récords. El primer vehículo logró recorrer 40.075 kilómetros, una distancia equivalente a la circunferencia de la tierra en el ecuador, mientras que el segundo quedó a solo 25 kilómetros del primero. Con una velocidad de crucero óptima de 300 km/h, ambos vehículos enfrentaron exigencias extremas. Según explica el fabricante alemán, el éxito alcanzado fue únicamente posible gracias a un avanzado sistema de propulsión, un innovador sistema de refrigeración integrado, una aerodinámica de máximo nivel y una estrategia operativa optimizada.

Optimizar el número de paradas para recargar es más importante que ser el más rápido en la pista

Cada prototipo incorporó tres motores de flujo axial de Yasa, una filial de Mercedes-Benz, y un pack de baterías con refrigeración directa, tecnologías que entrarán en producción en la arquitectura de alto rendimiento AMG.EA el próximo año. Simulaciones previas definieron que la velocidad óptima para alcanzar las metas fijadas era de 300 km/h, ya que aunque ambos vehículos son capaces de circular a velocidades mayores, incluso a 360 km/h, de este modo se incrementaría el consumo de forma desproporcionada y se reduciría la distancia recorrida entre cada carga.

Durante la prueba, un software desarrollado por la división de motores de Fórmula 1 de Mercedes-AMG permitió comparar en tiempo real la estrategia precalculada con las condiciones reales, como temperatura, viento o desgaste de neumáticos. Los datos, transmitidos al Centro de Control del equipo de Mercedes-AMG permitieron ajustes continuos en la duración de los tramos y los tiempos de carga.

Como con cualquier otro vehículo eléctrico, las paradas para realizar una recarga tuvieron una importancia notable en el éxito final alcanzado. Mercedes-AMG colaboró con Alpitronic para optimizar la interacción entre el vehículo y la estación de carga, utilizando un punto de carga prototipo capaz de suministrar 850 kW a través de un cable CCS estándar, adaptado con refrigeración mejorada. Esto permitió recargas rápidas y repetitivas, esenciales para minimizar el tiempo de cada parada. La infraestructura en Nardò, que incluyó conexiones de media tensión y transformadores, fue instalada en menos de tres meses con apoyo de la Unidad de Carga de Mercedes-Benz.

Tecnología de vanguardia

El sistema de refrigeración del AMG GT XX, con un pack de baterías con refrigeración directa y un «Central Coolant Hub» (CCH), garantizó un rendimiento constante en condiciones extremas. Este componente, con bombas de alta capacidad y válvulas avanzadas, mantuvo temperaturas óptimas en motores, inversores y electrónica. Además, una placa de refrigeración pasiva en los bajos del vehículo y la aerodinámica de estos prototipos con un coeficiente de 0.19 ayudaron a reducir sustancialmente el consumo energético, algo de vital importancia cuando se circula a 300 km/h.

Tras el éxito alcanzado, Alpitronic destacó que estas pruebas demuestran la viabilidad de las cargas ultrarrápidas, lo que acercará en un futuro próximo la experiencia de recarga en vehículos eléctricos de producción en serie a la de repostar combustible y supondrá un notable impulso a la transición a la movilidad eléctrica.