Microlino se plantea trasladar la producción a China

La familia Ouboter, fundadora de la compañía suiza que fabrica el Microlino, está evaluando seriamente trasladar su producción a China debido a la falta de incentivos para la compra de vehículos eléctricos ligeros en Europa. En declaraciones a los medios, Wim Ouboter, con el respaldo de sus hijos Oliver y Merlin, no ha dudado en expresar su frustración por el trato desigual que reciben estos utilitarios urbanos accesibles en comparación con los vehículos eléctricos convencionales de pasajeros.

Hasta ahora, la compañía suiza que dirige ha invertido cerca de 70 millones de francos suizos -algo más de 75 millones de euros- hasta lograr que el Microlino acabe siendo una realidad, y han conseguido que de línea de ensamblaje de su planta de Turín salgan cerca de 4.800 unidades de su utilitario ligero.

El enorme esfuerzo realizado por la familia Ouboter para poner el Microlino en el mercado no se ha visto recompensado, sin embargo, con el apoyo de las autoridades europeas. Los vehículos pertenecientes a la categoría L7e, como es el caso del Microlino, están excluidos de cualquier subsidio gubernamental, créditos por emisiones de CO2 o cualquier ventaja fiscal que sí disfrutan los vehículos eléctricos de pasajeros convencionales.

Por si esto fuera poco, esta diferenciación no existe a la hora de aplicar tasas de importación, soportando en este caso los mismos gravámenes que los vehículos convencionales. Una situación que la familia Ouboter considera tremendamente injusta.

China adelanta a Europa por la derecha

En contraposición, China ofrece condiciones mucho más atractivas que Europa, que no se limitan únicamente como cabría esperar a la existencia de unos costes de producción hasta un 50 por ciento más bajos, sino que incluyen también subsidios estatales generosos y posibles inversiones directas.

Ante esta situación, Wim Ouboter lo ha dejado muy claro, advirtiendo de que si nada cambia y las autoridades europeas no toman alguna medida, la producción del Microlino irremediablemente dejará de llevarse a cabo en Europa. En este sentido, a comienzos de este mismo año Microlino ya barajó la posibilidad de producir su utilitario eléctrico en India como alternativa, pero esta posibilidad no se concretó ya que los incentivos que ofrecía China eran mucho mayores.

En cualquier caso, en el pasado Salón del Automóvil de Bruselas, Microlino presentó una nueva variante de su utilitario eléctrico, demostrando con ello que en la compañía siguen trabajando a pesar de las dificultades.