Peugeot 3008 2.0 HDi 150 CV, prueba (Parte II)

Diego G. Moreira     14 diciembre 2009     6 min.
Peugeot 3008 2.0 HDi 150 CV, prueba (Parte II)

Ya hemos visto como se comporta el Peugeot 3008 en carretera, así como que tal va el motor 2.0 HDi de 150 CV y los consumos del mismo, por tanto ahora nos queda meternos de lleno con su imágen e interior. Quizás ambos dos puntos son los más característicos del 3008, primero por su diseño […]

Ya hemos visto como se comporta el Peugeot 3008 en carretera, así como que tal va el motor 2.0 HDi de 150 CV y los consumos del mismo, por tanto ahora nos queda meternos de lleno con su imágen e interior. Quizás ambos dos puntos son los más característicos del 3008, primero por su diseño exterior nada clásico y bastante innovador y segundo por su interior espacioso y cómodo, propio de un monovolumen.

Lo primero que nos ha gustado del Peugeot 3008 es que es un coche poco visto, y además con ese diseño tan peculiar alejado de algunos crossover que se ven multiplicados por nuestras ciudades o algunos monovolumenes que cuando los vemos por la calle ya dominamos toda la gama de colores del fabricante, por tanto es un punto positivo el contar con un diseño poco visto y que llama la atención. Por tanto metámonos de lleno en el la prueba y vamos a su diseño exterior…

Diseño exterior

Peugeot_3008

Imágen contundente y unas medidas considerables contando con 4,36 metros de largo, 1,83 m de ancho y 1,63 de alto. Pero pese a sus medidas y sobretodo altura, el Peugeot 3008 cuenta con un coeficiente aerodinámico bastante bueno y mejor que muchos modelos similares (Cx 0,296) e incluso pese a su frontal de grandes dimensiones, el Peugeot 3008 ofrece menos resistencia al aire que un C4 Picasso por ejemplo.

Pasando a los datos puramente estéticos, es imposible no mencionar sus formas, ese frontal tan grande y donde la parrilla central es el elemento más importante del frontal, dejando los demás elementos como secundarios en el diseño frontal. Sus faros delanteros, que en el acabado Spork Pack son de xenón, no son tan prolongados como en otros modelos de la marca y el capó es de reducidas dimensiones.

No podemos pasar por alto el enorme techo panorámico, que no eléctrico, que tenían nuestra unidad y que desde el interior con un botón plegabamos la cortina y teníamos una vista completa del cielo. Si nos vamos para la zaga, sus grupos ópticos con forma de aleta e intermitentes con efecto LED llaman la atención y el portón del maletero se puede abrir en dos (tipo Pick-up) facilitando la carga de cualquier objeto en el maletero.

A aquellos que la imágen exterior no le agrade, yo particularmente creo que es cuestión de acostumbrarse y si pasamos a su interior rápidamente le cogeremos el gustillo al 3008.

Diseño interior y habitabilidad

Peugeot_3008

Cuando pasamos al interior del Peugeot 3008 lo primero que nos gustará será su amplitud, parece más grande por dentro que visto desde fuera, en el momento que te montas tienes una sensación de espacio a la que favorece el techo panorámico que aporta mucha luz al interior y sobretodo sensación de espacio. Los diseñadores de Peugeot han vuelto a dejar rienda suelta a la imaginación en el salpicadero, con una consola central con mandos tipo avión y bastante futurista. Además no podemos olvidar que la electrónica en el 3008 está bastante presente contando con elementos como la proyección de la velocidad en una pantalla sobre el parabrisas (ver detalle) o un sistema que te mide la distancia de seguridad con otros vehículos.

Volviendo a esa consola central y materiales en general, la calidad mejora mucho con respecto al Peugeot 308 por ejemplo, y prácticamente todos los mandos de la consola central tienen unos buenos materiales y unos ajustes correctos (mejores que en muchos rivales). En la consola central tenemos los mandos de la pantalla de proyección sobre el parabrisas, del sistema de aviso de distancia de seguridad, mandos de climatización y en el centro el equipo de sonido y navegación (del que hablaremos en la tercera parte) y todo esto coronado con la pantalla del navegador que se sitúa en una posición muy buena adoptada del 308.

A mi juicio contrasta un poco la novedad de la consola central, con un panel de instrumentación algo más sencillo pero que cumple perfectamente su cometido. En el volante tenemos los tradicionales mandos de la radio y cruise control, que ya son un clásico en los Peugeot, por tanto tenemos practicamente cualquier botón a mano. Sólo hay una excepción que es el mando del ordenador de abordo (ver detalle), que no entiendo porque lo han puesto tan abajo y tan a desmano en una postura que hace que tengas que agacharte.

Peugeot_3008

Dentro del habitáculo otro punto importante es el gran cofre central y creo que el adjetivo de grande se queda corto. Porque ese tren central donde va situada la palanca de cambios (que al fin han revestido de cuero el pomo), también tenemos dos posavasos (uno de ellos se nos va si equipamos el Grip-Control) y por último además de estos elementos tenemos una guantera de grandes dimensiones en la que incluso nos entra una botella de 1,5 litros en posición vertical (ver detalle) y que sin duda es muy práctica. También cuenta bajo el reposabrazos con la toma USB del equipo de sonido.

La postura de conducción en las plazas delanteras es muy buena, vas en una posición alta con unos asientos cómodos y que cuentan con una buena sujeción lateral. Como comentaba en la primera parte de la prueba, es muy cómodo en su interior para viajar y además la sensación de espacio y amplitud también ayuda.

En las plazas traseras hay suficiente espacio para cinco pasajeros (para viajar con la máxima comodidad cuatro) y además cuentan con suficiente espacio para las piernas (con salidas de aire para las plazas traseras) y altura para la cabeza, puesto que el 3008 es un coche alto. Y si pasamos al apartado de huecos, el Peugeot 3008 quiere ser un monovolumen, es decir, cuenta con soluciones prácticas en todo el habitáculo. A parte del cofre central, también cuenta con unas guanteras grandes en las puertas y con varios huecos bajo los asientos traseros (ver detalle) así como con una guantera normal y otra más adicional debajo del volante.

Peugeot_3008

Y de huecos pasamos al maletero, que podía ser algo más amplio (se sitúa dentro de lo normal) con una capacidad de 432 litros, pero lo mejor del maletero es la versatilidad, porque cuenta con una bandeja adaptable a diferentes alturas (ver detalle) lo que le aporta más versatilidad al maletero y que el portón se pueda abrir en dos fases nos ayuda con la carga. E incluso si abatimos los asientos traseros nos queda una superficie de carga lisa muy amplia (ver detalle) y práctica para transportar cualquier elemento de grandes dimensiones. Y en el maletero no podemos olvidarnos de la curiosa y práctica linterna que trae el 3008, un detalle curioso.

Por tanto materiales de calidad y espacio interior son dos bazas del Peugeot 3008 en en apartado interior y en cuanto al diseño exterior ya es un tema más personal, pero desde luego no es un coche con líneas clásicas ni que deje indiferente. En la tercera parte de la prueba os hablaremos del precio del Peugeot 3008 y del equipamiento, así como nuestra valoración general.

Fotos | David Taboada

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