La segunda generación del Toyota GT86 podría ser híbrida

Aarón Pérez    @Aaron_Perezz    3 agosto 2015     2 min.
La segunda generación del Toyota GT86 podría ser híbrida

Nuevos rumores apuntan a que el acuerdo entre Toyota y Subaru podría romperse debido a que el primero adoptaría la plataforma de Mazda para la segunda generación del GT86. Éste, a su vez, podría contar con un sistema de propulsión híbrido inspirado en la Fórmula 1, una especie de KERS.

Al parecer, los últimos rumores apuntan a que la alianza entre Toyota y Subaru podría llegar a su fin en esta primera generación del GT86 y el BRZ. Ya se comienza a especular sobre la nueva generación, que podría llegar en 2017, y ambos caminos se disgregarían hacia los fundamentos básicos de cada marca, lo que supondría abandonar el concepto de deportivo de tracción trasera, transmisión manual y motor bóxer de aspiración natural. En este último punto es en el que los rumores apuntan a que Toyota aplicaría un sistema de propulsión híbrido.

En primer lugar, la próxima generación del Toyota GT86 se basará en la última plataforma del Mazda MX-5, como ya se informó hace un mes, lo que dejaría a Subaru a un lado y sin su propio homólogo de marca, por lo que en consonancia, también heredaría el motor de 1,5 litros SKYACTIV de cuatro cilindros en línea de la firma asiática, salvo que trabajaría en él para mejorar el rendimiento y que su potencia llegue hasta los 190 CV, cifra que mejora los 130 CV de origen.

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Asociado a él se encontraría un sistema KERS (Kinetic Energy Recovery System) heredado de la Fórmula 1 para que el GT86 cuente con un as bajo la manga y, al mismo tiempo mejoren el rendimiento y el ahorro de combustible. Del mismo modo, la suspensión del MX-5 también se incluye en el lote que ambas marcas firmaron para compartir a principios de 2015, mientras que los ingenieros de Toyota parecen alabar las proezas del chasis y apuestan por él como la mejor baza para su deportivo de tamaño medio.

En cuanto a Subaru, la firma de este acuerdo parece no beneficiarle demasiado. La alianza se rompería en parte porque Toyota no quedó demasiado satisfecho con las cifras de consumo que arrojaba el motor bóxer de 2,0 litros, mientras que Subaru tiene algunas reserva en cuanto a esto y no parece afectarle demasiado. En un futuro, el BRZ podría tener más de Subaru, como su sistema de tracción integral, y sus motores bóxer sobrealimentados. ¿Podríamos llegar a ver un BRZ STi con el motor del Impreza? El tiempo lo dirá.

Vía | Motoring


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