Stellantis abandona la intención de equipar la conducción autónoma de nivel 3 en sus modelos por la baja demanda y el alto coste de implementación.
Los coches más modernos están equipados con un interesante equipamiento tecnológico que permite contar con sistemas de ayuda a la conducción que mejora la experiencia al volante y la seguridad. Todos ellos conforman lo que se podría considerar como conducción autónoma, aunque el nivel de esta varía según la tecnología aplicada y sus funcionalidades. La conducción autónoma se mide por niveles del 1 al 5 y en la actualidad es bastante común ver aplicado el nivel 2 e incluso el nivel 2+.
El nivel 3 es posible en la actualidad, aunque hay pocos modelos que lo equipan, mientras que los dos últimos niveles, el 4 y el 5, todavía quedan lejos en el mejor de los casos. Sí, hay robotaxis y otros vehículos autónomos, pero la tecnología y la legislación aún no se han ajustado y no es todo lo común que querrían las distintas marcas que los utilizan.

El nivel 3, a las puertas
El nivel 3 permite que el coche pueda funcionar por sí mismo en ciertas condiciones, aunque el conductor ha de estar siempre pendiente del volante y los pedales para actuar en caso de necesidad. El sistema de conducción autónoma de nivel 3 funciona a velocidades inferiores a 64 km/h, y preferiblemente en circulación urbana, lo que permite al conductor relajarse al volante durante estos trayectos pero sin perder la atención del todo.
Un ejemplo de este sistema se puede encontrar en el Mercedes Clase S, que equipa el Drive Pilot, pero en pocos más. Stellantis también dispone de esta tecnología, pero ha decidido prescindir de ella a partir de ahora. Para el grupo automotriz, esta tecnología resulta demasiado costosa para ser implantada en sus modelos y prefiere olvidarse de ella por el momento.
En el caso de Stellantis, la tecnología recibe la denominación Auto Drive L3 y fue presentada a principios de 2025. Sin embargo, no ha habido una demanda lo suficientemente amplia para introducir la innovación en los modelos del grupo, así que han optado por no seguir por este camino.
El sistema L3 funciona correctamente y permite al conductor dejar los mandos a velocidades por debajo de los 60 km/h, incluso de noche y con condiciones climatológicas adversas. Incluso se aseguró que en un breve lapso de tiempo podría incrementar su velocidad máxima hasta los 97 km/h, todo un avance que permtiría un uso más extenso. Pero esto no es suficiente para atraer la atención de los compradores y no resulta todo lo atractivo que se esperaba para los usuarios. Así que, por el momento, los modelos de Stellantis se mantendrán con tecnología suficiente para ofrecer conducción autónoma de nivel 2.