Tesla trabaja en varios sistemas para evitar el robo del cableado de sus Supercargadores
Los costes de mantenimiento de los puntos de carga de alta potencia se están disparando en algunas zonas de Estados Unidos por el robo del cobre de los cables.
El robo de los cables de las mangueras de los puntos de carga de alta potencia, o simplemente su corte por vandalismo, es un problema al que lamentablemente tienen que hacer frente de forma cada vez más habitual muchos operadores de carga. Es por este motivo que son necesarias soluciones imaginativas para tratar de paliar en la medida de lo posible este problema y Tesla se ha puesto a trabajar en ello.
Hasta ahora las soluciones tomadas por algunos operadores de carga han sido bastante convencionales, centrándose fundamentalmente en la instalación de cámaras de seguridad que permitan identificar a los individuos con malas intenciones. Otros, sin embargo, han optado por otras soluciones alternativas, como el uso de rastreadores incrustados que permiten localizar los cables robados, la integración de sistemas de alarma o incluso el refuerzo de los cables para hacer mucho más difícil su corte.

Tesla está probando ahora en algunos de sus Supercargadores en Estados Unidos dos nuevos e innovadores métodos de lucha contra el robo del cableado de sus Supercargadores. El primero de ellos está inspirado en las medidas de seguridad que emplean algunos bancos y consiste en marcar a los delincuentes con tinte que es expulsado al cortar el cable de la manguera.
Seguro que esto ya lo has visto en alguna película en la que roban un banco
En este sistema, los cables de carga están revestidos con una funda protectora, acompañada de una señal de advertencia que alerta de que en ningún caso el cable debe ser cortado. Si un ladrón intenta cortar esta funda protectora para acceder al cobre, en ese caso se libera un tinte especial que rocía al delincuente. Este tinte es además muy difícil de quitar, lo que puede ayudar a las fuerzas del orden a identificar y capturar a los agresores.
Este sistema, conocido como Dye Defender, fue desarrollado inicialmente por la compañía estadounidense CatStrap con el objetivo de prevenir el robo de convertidores catalíticos. Con la utilización ahora por Tesla de esta tecnología, de momento en fase de prueba, CatStrap puede haber encontrado un nuevo y suculento mercado totalmente inesperado. Tesla está implementando este sistema en algunos de sus Supercargadores ubicados en el área de Seattle, donde últimamente diversos operadores se están enfrentando de forma bastante habitual al robo de los cables de sus puntos de carga de alta potencia.

Property of Tesla Motors
Por último, la segunda medida que está probando Tesla consiste en grabar el cobre dentro de los cables de carga con la inscripción «Propiedad de Tesla Motors«. Con esta solución la compañía busca poder alertar a las compañías de reciclaje cuando les llegue material robado, para que puedan así ponerse de inmediato en contacto con la policía.
El tiempo dirá cuál es la solución final que Tesla acaba implementando de forma general en sus Supercargadores, sin descartar que finalmente sea la suma de dos o más de ellas, para ponérselo así aún más difícil a los amantes de lo ajeno.
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