Con Volkswagen no se juega: cancelados todos los contratos del proveedor rebelde

Guillermo Lopez     13 abril 2018     5 min.
Con Volkswagen no se juega: cancelados todos los contratos del proveedor rebelde

Grupo Volkswagen ha cancelado todos sus contratos con Grupo Prevent por la crisis de suministro de piezas que le forzó a cerrar cadenas de producción en 2016

El mensaje de Volkswagen está claro. Con ellos no se juega. Tras la crisis de suministro que provocó el cierre de seis de sus factorías durante varios días del mes de agosto en 2016, Volkswagen ha cancelado ahora, de un día para otro, todos los contratos y acuerdos de suministro que mantenía con el Grupo Prevent, consorcio bosnio proveedor hasta la fecha de diferentes piezas y componentes para los modelos del fabricante alemán.

Pese al tiempo transcurrido desde los paros, la cancelación de los contratos se ha producido ahora de forma fulminante, de un día para otro y sin previo aviso por parte del fabricante alemán, por lo que el Grupo Prevent ha anunciado que estudia la interposición de medidas legales contra el fabricante alemán dado que su acción además de provocar una fuerte pérdida de empleos y de horas de trabajo para sus trabajadores y fábricas atenta contra los “principios comerciales de buena fe”.

Pese a las fuertes inversiones realizadas recientemente por el Grupo Prevent para afrontar sus contratos de suministro, Volkswagen canceló sin previo aviso los mismos y se ha negado a aceptar ninguna pieza o componente originaria de Prevent. Por este motivo, más de 700 trabajadores de las empresas de Prevent ya se han visto afectados y muchos otros tendrán que cambiar su lugar de trabajo, dado que el fabricante bosnio está reubicando a sus trabajadores fijos entre las distintas plantas del grupo Prevent.

La cancelación de los contratos viene a colación del conflicto surgido en el verano de 2016 cuando Volkswagen se vio forzada a tener que parar la producción de seis de sus factorías donde produce los Passat y Golf por problemas con el suministro de componentes. 28.000 trabajadores se vieron entonces seriamente afectados por los paros en las cadenas de montaje al no cumplir algunos suministradores con las entregas comprometidas de determinados componentes, y pese a estar obligados a ello además de por el contrato firmado con el consorcio automovilístico, por una resolución judicial de los jueces locales que obligaba a los suministradores a tener que cumplir con las entregas prometidas.

Los proveedores del Grupo Volkswagen se quejaban del abuso de poder del fabricante alemán, al que acusaban de cancelar contratos sin motivo y sin preaviso como consecuencia de la crisis generada por la manipulación de las emisiones de gases contaminantes. De hecho, dos empresas suministradoras, Car Trim y ES Automobilguss, ambas pertenecientes al Grupo Prevent, exigían a Volkswagen una indemnización de 58 millones de euros por la rescisión unilateral de los contratos. Una de ellas producía asientos para el Golf y, la otra, piezas de acero para la producción de cajas de cambio.

Los tribunales ya fallaron a favor de Volkswagen en 2016

Según los citados proveedores, Volkswagen rompió unilateralmente un contrato de aprovisionamiento que debería iniciarse en 2018 para cuyo cumplimiento las empresas del Grupo Prevent alegaban haber iniciado distintas obras de adaptación de sus instalaciones para acometer las nuevas cargas de trabajo, cargas que con la cancelación del contrato finalmente no se concretaron. Razón por la cual procedieron a detener su producción y retrasar la entrega de componentes a las factorías afectadas como medida de presión. Por su parte, Volkswagen alegó que la falta de aprovisionamiento se producía sobre un contrato en vigor mientras que la queja de los proveedores era sobre la base de un contrato aún no vigente cuando se produjo el cese intencionado del suministro.

La disputa acabó ante los tribunales locales alemanes, que fallaron en favor de la tesis del Grupo Volkswagen y dictaminaron que los suministradores deberían continuar enviando sus piezas en los plazos previstos a las factorías del fabricante de automóviles. Pese a ello, los directivos del Grupo Prevent se negaron a ello y terminaron forzando el cierre temporal de seis de las factorías del grupo, afectando a los plazos comprometidos de entrega de los vehículos y a 28.000 trabajadores del grupo, aunque finalmente y en cumplimiento de la resolución judicial, las entregas se reanudaron y la normalidad volvió a las factorías afectadas.

Sin embargo, el pasado mes de diciembre de 2017, AutoEuropa, la planta de Volkswagen en Setubal (Portugal) se vio forzada a realizar un nuevo cierre de cuatro días nuevamente por demoras en la entrega de piezas, al no cumplir los suministradores con el fuerte ritmo de producción instaurado en la planta con la entrada del T-Roc además de las líneas dedicadas a los SEAT Alhambra y Volkswagen Sharan. Y esta fue la gota que ha colmado definitivamente el vaso de la paciencia de Volkswagen, a la que no le ha temblado el pulso para cancelar todas sus relaciones con el grupo proveedor.

Volkswagen se desvincula por completo de Prevent, pese a que tiene comprometidos con ellos unos 200 millones de euros anuales en piezas y a tener que asumir costes adicionales para dar entrada a nuevos fabricantes que les sustituyan en la producción de piezas, costes que el Grupo Prevente ha valorado en unos 160 millones de euros adicionales. Prevent suministraba componentes desde hace más de 25 años para el Grupo Volkswagen conjuntos de asientos, fundas de asientos y piezas de fundición para transmisiones, motores y discos de freno.

Queda ahora por resolver la pertinente reclamación del Grupo Prevent, que sigue pidiendo aquellos primeros 58 millones de euros, cantidad que ahora está revisando para presentar su correspondiente alegación por la cancelación unilateral de los contratos y solicitar una indemnización que podría llegar a suponer unos costos de 500 millones de euros para Volkswagen si añadimos a la posible indemnización a solicitar el coste de volver a montar una red de suministro. Según Prevent, el movimiento realizado por Volkswagen contradice la “creencia habitual de buena fe” inherente a la práctica comercial y ha provocado el despido de 90 trabajadores y la reducción de horarios de otros cerca de 700 trabajadores de las factorías alemanas del proveedor.

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