Cuando los anuncios de coches molaban y tenían un punto de picardía

Vivimos en un mundo en el que lo políticamente correcto está a la orden del día, y no quiero que me malinterpretéis, hay muchas cosas que debían cambiar para mejor y así ha sido. Sin embargo, hubo una época en la que el sector automovilístico no temía a las guerras, no evitaba nombrar a sus competidores más cercanos y no les importaba lanzar toda su mala leche a esos que osaban retarlos. Esto es claramente palpable en los anuncios de antaño, anuncios que enviaban mensajes muy directos de una forma ingeniosa y haciendo uso de nombres de otras marcas para desacreditarlas.

Es por esto que hoy, con la nostalgia recorriendo nuestras venas de petrolhead empedernidos, hemos decidido hacer una recopilación de esos anuncios picantes que otrora ocupaban los primeros televisores y las portadas de los periódicos en busca de ensalzar el panorama automovilístico de por aquel entonces y crear una ardua guerra no solo entre marcas, sino también publicitaria.

Cuando Volvo dijo que su 740 Turbo era como un Countach con remolque

Por todos es conocida la fama de los Volvo turbo de los 80 y 90, modelos sumamente rápidos, seguros y prácticos. Dicha combinación era aún más evidente en las versiones familiares, las cuales siempre han destacado por su colosal capacidad para almacenar objetos. Si a esto le sumamos el portento de deportividad que era la versión Turbo, obtenemos justo lo que decía la firma sueca: un Lamborghini Countach con remolque.

Y es que dicha pícara analogía servía para decir, básicamente, que para qué diantres te ibas a comprar un Lamborghini Countach si por mucho menos tenías un coche casi igual de rápido y cien veces más práctico. Es cierto que resulta ostentoso afirmar que el 740 Turbo era igual de rápido que la bestia italiana, pero lo cierto es que sus 200 CV y 290 Nm de par no eran cifras para tomárselas a la ligera.

«¿De verdad vas a desperdiciar tu tiempo fantaseando con un Nissan o un Mitsubishi cuando puedes tener un 911?»

Esto mismo preguntaba Porsche a sus potenciales clientes por allá en los años ochenta, época en la que militaba la generación 964 de su incombustible 911. Por aquel entonces, modelos como el Mitsubishi 3000GT o el Nissan Skyline campaban a sus anchas en busca de hacerse un hueco entre los titánicos deportivos europeos; pero la casa alemana no estaba dispuesta a dejarse ningunear.

Para seguir convenciendo al público de que el 911 era la opción correcta, Porsche recurrió a un descarado anuncio que dejaba las cosas muy claras: no pierdas tu tiempo pensando en comprarte un Mitsubishi o un Nissan cuando puedes comprarte un 911. Esto se argumentaba con que solo había un coche que fuese tan bien como el 911: un 911.

«A los ojos de una cámara radar es lo mismo»

Sí, Volvo otra vez haciendo de las suyas. Y es que la casa sueca no dejaba títere con cabeza, algo que nos vuelve a demostrar con una comparativa entre su 740 Turbo y el Porsche 944. En esta ocasión, Volvo buscaba decir que, pese a que su familiar se alejaba drásticamente de un deportivo al uso como el alemán, ante los ojos de una cámara radar eran exactamente lo mismo.

En otras palabras: el 740 Turbo podía plantarle cara en prestaciones a un 944, modelo que causó furor gracias a unas cualidades dignas de la casa que le daba cobijo. De esta forma, la firma sueca se anotaba otro punto más con una de esas propagandas ingeniosas que, sin mucho texto, dejaban claro el mensaje.

Cuando Daihatsu quiso buscarle las cosquillas a Lamborghini

Pocas marcas se atrevían a jugar con la firma italiana, pero, cuanto menos esperado, Daihatsu decidió mofarse de esta de una manera pícara y sutil. Aprovechando el lanzamiento de la octava generación del Hijet, un pequeño monovolumen que también se ofrecía con versiones comerciales, la firma japonesa quiso pitorrearse de Lamborghini con su propaganda.

«Atrae cinco veces más a las mujeres que un Lamborghini». Con este eslogan, Daihatsu pretendía hacer alusión a la capacidad del Hijet para albergar pasajeros, mientras que un Lamborghini Countach, por ejemplo, tan solo podía llevar a dos ocupantes. ¿Sexista? Puede, ¿original? Sin lugar a dudas.