Coches con historia: Seat 600

Fernando Alvarez     9 marzo 2013     4 min.
Coches con historia: Seat 600

El Seat 600 ha sido para España un adelantado, no porque fuese técnicamente brillante porque no lo era, sino porque supuso el inicio del uso masivo del coche por parte de los españoles. Tras casi 800.000 unidades producidas en Barcelona a lo largo de casi 17 años, en medio de una de las épocas más oscuras de España, el 600 representaba una de las pocas libertades de la época y una revolución social.

Los coches que marcaron historia en España, de eso se tratan los últimos artículos que hemos publicado en la sección Coches con Historia. Luego del Simca 1000 y el Renault 4-4, le sigue un viejo conocido español, el Seat 600.

El Seat 600 no solamente es un coche que gozó de mucha popularidad en territorio español, sino que ha sido una auténtica revolución social. En 1957 España estaba sumida en un período oscuro desde el punto de vista industrial (y social), más semejante a la Edad Media que a ninguna otra, sin comparación alguna con el despegue que estaba viviendo Europa por aquellos años. El Seat 600 era el cambio que España necesitaba, el cambio que permitiría al grueso de los españoles pensar en comprarse un coche.

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Diseñado por Pininfarina y reconocido por el mismo carrocero como «uno de los mejores diseños que he creado», el 600 era el primer coche de Fiat con motor atrás. Se presentaba por parte de Fiat en el Salón de Ginebra de 1955. La recientemente creada Seat vio en el 600 una oportunidad única, por lo que comenzó a importar las primeras unidades, para luego comenzar a producirlo en serie bajo licencia de Fiat. Luego de importarse los primeros modelos desde Italia, en 1957 se matriculaba el primer 600 español.

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En aquellos días comprar un coche no era tan fácil como ir a un concesionario, pagar las 65.000 pesetas que se pedían por el 600 y llevárselo a casa. No. Había que pasar por toda una serie de «trámites» que se resolvían fácilmente si uno era amigo, familiar o conocido de ciertos personajes del gobierno. Algunos distribuidores sacaban ventaja de la situación, todo hay que decirlo, cargando al precio final una lista de «opcionales obligatorios» que había que pagar con sobreprecio. La espera por el nuevo 600 llegó a los cuatro años en ciertos casos.

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Sin embargo, poco a poco el 600 era cada vez más común en las carreteras españolas. Se comenzaba con las primeras variantes vendidas en España, algunas de ellas nunca vistas ni siquiera en Italia. Desde el inicio, existía una variante cabrio, con un techo de lona que se enrrollaba y se ataba en la parte posterior. En 1964 aparecía uno de los ejemplares más buscados hoy en día, el Seat 800 de cuatro puertas; era 18 cm mas largo que el 600, con una carrocería que fue fabricada por la empresa Carrocerías Costa de Barcelona y estuvo en producción hasta 1968. Entre 1963 y 1968 existió también una versión comercial, el Fornichetta, fabricándose unas 10.000 unidades. Hasta los hoteles Melia de Palma de Mallorca se dieron el lujo de encargar algunos modelos sin techo, el llamado Playero.

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En cuanto a preparadores, el 600 tampoco se ha quedado corto. En Italia, Abarth se encargó de darle más músculo, mientras que en nuestro país, algunos lo preparaban, usando casi siempre piezas de la misma Abarth. Conti, Autotécnica, Speedwell… todos ellos en algún momento desvelaban su preparación del 600.

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En 1966 el 600 se renovaba, con un paragolpes curvo con topes de goma. Los asientos se sustituyen, sus tapacubos se vuelven planos y en los faros se le colocan unas viseras. El 600 E llegaba con el cese de producción del Fiat 600 en Italia y con otra renovación: las puertas ahora abren como en los coches actuales (los primeros modelos tenían las bisabras en el pilar central), el bigote delantero se sustituye, se le colocan derivabrisas en las ventanillas delanteras y los faros son ahora más grandes.

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Tal como todo mundo sabe (¿quién no ha visto algún 600 circular con la tapa del motor levantada en verano?) el 600 tenía problemas de temperatura, achacables en un principio a la cantidad de equipaje que la gente colocaba en la baca del techo, lo que no dejaba circular libremente el aire por encima y hacia atrás, hacia las aberturas de ventilación del motor. La verdad es que cuando el calor apretaba, el 600 calentaba aún sin ponerle nada encima y para algunos propietarios el verano era una época de preocupaciones por la temperatura del motor.

La última versión de 600 fue el 600 L, un modelo que ya contaba con unos acabados más elaborados y más modernos, variante que fue la última fabricada en España, hasta su salida de producción en 1973. Incorporó un nuevo motor de 767 cc de 32,5 caballos, alcanzando los 120 km/h de velocidad máxima.

El 3 de agosto de 1973 salía de la planta el último 600, fabricándose 799.419 unidades en la factoría de la Zona Franca de Barcelona. El hecho ha sido inmortalizado en este vídeo que agrego a continuación. No se ve en el vídeo, pero el último 600 salía a las calles con la siguiente leyenda colocada en el coche por los propios empleados de Seat: Naciste príncipe y mueres rey.

Vídeo | YouTube

Vía | Museo Seat, El Portal del 600

un comentario

  1. fer_600playero dice:

    yo tengo un seat 600 playero recien restaurado,este proximo fin de semana lo rulare por valencia que son fallas y hace buen tiempo!!

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