¡Cuidado! ¿Puede estropear el gel desinfectante el salpicadero del coche?

Victor Alós Yus    @sepelaci    18 junio 2020     3 min.
¡Cuidado! ¿Puede estropear el gel desinfectante el salpicadero del coche?

El uso del gel desinfectante se ha convertido en una rutina y se utiliza también en superficies del coche como el volante o el salpicadero, aunque los estropean

Estos últimos meses coger el coche se ha convertido en una situación de riesgo. Aunque ahora la situación ha cambiado algo y ya tenemos más movilidad y el coche vuelve a ser parte de nuestra vida, seguimos utilizando productos de higiene, limpieza y desinfección a la hora de ponernos en el volante. El gel hidroalcohólico es parte del día a día y lo utilizamos para desinfectar las manos y también las superficies que tocamos del coche.

Es una buena manera de evitar que podamos contagiarnos con el coronavirus que nos está haciendo la vida complicada desde el mes de marzo y para combatir a otras muchas más situaciones de riesgo sanitario. Pero el uso de este tipo de productos no solo estropea la piel de las manos por el uso, por el efecto de los elementos con que están fabricados, como el etanol.

Uso del gel desinfectante en el coche

El gel desinfectante, causa de desgaste del salpicadero

Limpiar con estos productos elementos del coche como el salpicadero o el volante está bien y evita muchos riesgos, pero al igual que la piel de las manos, produce un efecto de desgaste que puede perjudicar su integridad. Y eso es preocupante porque el crecimiento de este tipo de geles desinfectantes es algo que no parará de crecer y su uso se ha normalizado. Y es ahí donde se ha cuidar el estado del interior del coche para evitar un desgaste prematuro.

Algunas marcas ya están trabajando para ofrecer un salpicadero cubierto por un producto que evite que el etanol y el resto de productos que estropean la imagen del interior del coche actúen sobre las superficies. Los esfuerzos de los fabricantes se centran en los lugares que están en contacto con las manos o de forma directa con el conductor.

El volante, las palancas del cambio o el freno, las de la luz o los intermitentes, el salpicadero, los botones, el sistema multimedia o los reposabrazos son esos elementos del interior del coche que reciben un tratamiento especial. Son estos los que se suelen desinfectar y los que más sufren los efectos de este tipo de desinfectantes.

Fiat E Ducato Interior 2020

Para evitarlo se utilizan productos que protegen estos elementos, pero las pruebas van más allá. El interior del coche se somete a pruebas tan duras como las que se utilizan en el exterior. Por ejemplo, se somete al salpicadero a temperaturas extremas, tanto altas como bajas, a horas de exposición al sol, al uso de productos abrasivos y a otros maltratos para comprobar su resistencia.

Así podemos estar seguros de que se mantienen los elementos en condiciones frente a estas agresiones del uso diario. Pero aún así, hay que evitar el uso de productos abrasivos y realizar una limpieza que no estropee el material utilizado en el interior.

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Cómo limpiar el salpicadero del coche

Para desinfectar el interior del coche se puede utilizar el gel desifectante, pero hay que hacerlo de la siguiente manera. No hay que usarlo directamente sobre la superficie. Hay que humedecer con él un paño suave o un papel y pasarlo por el salpicadero, el volante o cualquier otra superficie. Después se ha de secar para evitar que queden restos de gel que lo estropeen. Aunque es conveniente desinfectar el coche tras cada uso, es mejor no utilizar mucho gel, y hacerlo solo en los elementos que se tocan con mayor frecuencia.

Pasar una toallita húmeda puede ser suficiente si el riesgo es elevado, pero para un uso limitado, en el que no hay riesgos (no se ha tocado nada o se han desinfectado las manos antes de tocar nada del coche, etc), puede ser suficiente. Si no se utiliza tanto gel desinfectante, se reduce el desgaste. Proteger el interior del efecto del sol con un parasol es otro modo de mantener en perfecto estado el salpicadero y el volante. Así, puede seguir durante mucho tiempo sin necesitar un tratamiento específico para devolverle el brillo y su aspecto original.

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