Honda renueva profundamente la CB1000F con carácter de alto rendimiento y diseño retro

Las siglas CB tiene un amplio recorrido entre el extenso catálogo de motocicletas de Honda a lo largo de su historia, empezando a aparecer en el año 1959 cuando se presentó CB92 Benly coincidiendo justo con la marca japonesa comenzaba a participar en el TT. Por aquel entonces la CB92 Benly era considerada la «Super Sports Bike» de Honda gracias a principalmente a su diseño, su ergonomía deportiva y un sonido contundente proveniente de su motor, características que a lo largo de estos 65 años han mantenido todas las CB de Honda.

Con el 2026 ya en el punto de mira Honda ha presentado la renovada CB1000F, una motocicleta que toma como referencia a la actual CB1000 Hornet y que se inspira en la CB750F de los 80, un modelo éste último que fue usado por el gran Freddie Spencer en los campeonatos AMA que se celebran en los Estados Unidos. Con la nueva CB1000F Honda ha querido crear una roadster equilibrada, que se pueda conducir como una motocicleta de media cilindrada pero que aporte sensaciones de una gran moto al piloto.

Para ello Honda ha comenzado por revisar profundamente su motor, el cual originalmente era el que portaba la CBR1000RR Fireblade en el año 2017 y que se ha renovado para modificar su carácter en apartados como los árboles de levas para ajustar la distribución de válvulas de admisión y escape, admisión rediseñada con conductos ligeramente más largos pero con un diámetro menor y un airbox en su parte superior suavizado para maximizar el flujo de aire y reducir la resistencia de admisión. Además, su melodía corre a cargo de un tubo de escape 4-2-1 con silenciador tipo megáfono de tres cámaras que ofrecerá un sonido contundente a altas revoluciones.

Con estas características el corazón de la Honda CB1000F, un DOHC de cuatro cilindros en línea y 1.000 CC que genera una notable potencia de 124 CV a 9.000 rpm y un par motor de 103 Nm a 8.000 rpm, ligado a una transmisión de seis velocidades que también ha sido revisada para ofrecer dos primeras marchas cortas para una mayor aceleración a baja velocidad y, de tercera a sexta, más largas para una conducción más relajada a más velocidad; unida a un embrague asistido antirrebote. Con esta configuración y su depósito de 16 litros la nueva CB1000F registra un consumo de solo 5,6 l/100 km y una autonomía de más de 280 kilómetros.

Para mantener bajo control a este contundente motor tenemos el sistema Throttle By Wire y una IMU de seis ejes, los que nos permitirán disfrutar de tres modos de conducción predeterminados (Standard, Sport y Rain) además de dos modos configurables con tres niveles para ajustar la potencia del motor y el freno motor; junto de otros tres niveles de intervención del HSTC (Control de Par Seleccionable), optimizados para trabajar con datos en tiempo real del ángulo de inclinación y velocidad proporcionados por la IMU.

La parte ciclo de la nueva Honda CB1000F hereda parte de lo utilizado en la CB1000 Hornet, es decir, un chasis de acero tipo diamante con doble viga al que para la CB1000F se le ha añadido un subchasis trasero específico que ayuda a conseguir un mayor espacio a la hora de circular con acompañante. El tren delantero es equipado con una horquilla invertida Showa SFF-BP de 41 mm ajustable en precarga del muelle y en amortiguación de rebote y compresión, a lo que se suma un nuevo amortiguador trasero también firmado por Showa con sistema Pro-Link y presurización separada en tubo único, ajustable también en precarga y rebote.

No terminamos la parte ciclo sin antes nombrar al sistema de frenos compuesto por pinzas delanteras radiales de Nissin de cuatro pistones junto con los dos discos flotantes de 310 mm de diámetro, mientras que en el eje trasero tenemos un único disco de 240 mm con una pinza Nissin de un pistón. Con ellos se encuentran las llantas de 17 pulgadas con cinco radios en diseño de «Y» fabricadas en aluminio ligero fundido, las cuales se encuentra calzadas con neumáticos 120/70 ZR17 en el eje delantero y 180/55 ZR17 en el eje trasero.

Todo este conjunto tecnológico se encuentra envuelto bajo una estética retro inspirada en las CB750F y CB900F que nacieron a finales de la década de los 70, con unas líneas marcadas, definidas y fluidas en la CB1000F, resaltadas también a través de otros elementos a través de los colectores cromados. Su frontal presenta un faro redondo con una firma lumínica clásica en el que se utiliza iluminación LED y, destacar también, que los intermitentes cuentan con la función Emergency Stop Signal (ESS) que en caso de frenada brusca se activan. Tras el faro delantero se esconde la nueva pantalla TFT a color de 5 pulgadas personalizable y con conectividad para smartphones.