¿Qué intenciones esconde Hyundai en el prototipo RM20e?

Miguel Lorente     29 septiembre 2020     3 min.
¿Qué intenciones esconde Hyundai en el prototipo RM20e?

El brutal RM20e Racing Midship Sports Car es el claro ejemplo de que Hyundai sigue afanado en su empeño de desarrollar y fabricar un superdeportivo eléctrico

Hay que tomar al prototipo RM20e como lo que es, pero a la vez, hay que mirar más allá en este laboratorio rodante obra conjunta entre Hyundai y Rimac.

De entrada, pudiera resultar desconcertante la asociación de los surcoreanos con los croatas pero cabe recordar que, al margen de la hipotética carambola entre Rimac-Bugatti y Porsche, el consorcio capitaneado y nombrado por Hyundai cuenta con un porcentaje de la marca creada por el empresario y emprendedor Mate Rimac.

El acuerdo vino a tenor del interés de la marca asiática por la tecnología eléctrica europea que hizo poner sobre la mesa un desembolso económico por el cual Hyundai y Kia se hacían con capital y tecnología de Rimac.

De otra, la división de vehículos deportivos y competición de Hyundai que toma como nombre la inicial del enclave donde se ubica, la N de Nürburgring, anunció en boca de su máximo responsable que, el futuro catálogo de Hyundai N podría contener un vehículo deportivo de altas prestaciones eléctrico.

Entonces, confabulando y atendiendo a que ningún prototipo, ningún concept car, ningún proyecto de ingeniería cae en el cubo de la basura o en la papelera de reciclaje de ningún fabricante de automóviles y que, utilizando el símil, no se destruye, solo se transforma, la presentación en el Salón de Pekín del interminable RM20e Racing Midship Sports Car no hace sino permitirnos elucubrar con que, este Veloster esconde algo más.

Así, el Racing Midship 20e toma como base y estética el Hyundai Veloster que transforma y evoluciona a una suerte de bestial prototipo con un porte y planta listo para ser puesto en cualquier pista de carreras ya mismo, incluso, dados a fabular, en las de slot si tuviera una reproducción a escala dada su naturaleza como coche eléctrico, cuyas cotas se fijan em 4.319 mm de largo, 1.945 de ancho, 1.354 de alto y una distancia entre ejes de 2.672 milímetros.

El esquema motriz de esta bestia versa en la instalación en posición central de un propulsor eléctrico de 596 kW, equivalentes a nada más y nada menos que 810 CV, y un par motor de 960 Nm lo que le permite catapultar en el sprint partiendo desde parado y hasta alcanzar el centenar de kilómetros a la hora en, palabras del constructor de Corea del Sur, menos de 3 segundos y en hacer lo propio hasta los 200 en menos de 10, de hecho, fija el cronómetro en 9,88 segundos.

La velocidad limitada se fija en 250 km/h pero, lo curioso de este prototipo RM20e es que dispone, además de presentar placas alemanas, como si de un vehículo homologado para circular por carretera ordinaria se tratara, cuenta con dos asientos, algo inusual e inútil en un vehículo que expele una orientación para competiciones automovilísticas como es el TCR en su variante eléctrica eTCR donde el Hyundai Veloster N ETCR se alza como el exponente de competición de la marca asiática.


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