Toyota promete revolucionar el mercado con sus baterías de estado sólido que durarán 40 años

Las baterías de estado sólido siguen siendo desde hace mucho tiempo ese futuro soñado que no termina de llegar, pero lo cierto es que están cada vez más cerca. Durante el Japan Mobility Show celebrado esta pasada semana, Toyota volvió a captar la atención del público al afirmar que sus baterías de estado sólido tendrán una vida útil de 40 años manteniendo el 90 por ciento de su capacidad original. Una afirmación absolutamente sorprendente que, de ser cierta, cambiará por completo la industria del automóvil tal y como la conocemos hoy en día.

Si tenemos en cuenta que la vida media de un automóvil de pasajeros, según algunos estudios, ronda los 14 años y medio -una cifra que hace referencia al mercado norteamericano y que variará ligeramente en función de la región-, esto quiere decir que la vida útil de las baterías de Toyota triplicará prácticamente la de un vehículo convencional.

La longevidad no será, no obstante, la única ventaja que ofrecerán estas innovadoras baterías de Toyota. Según afirma el fabricante japonés, permitirán también disfrutar de una mayor autonomía, menor peso con lo que ello supone en favor de la eficiencia del vehículo, cargas más rápidas, menor degradación y un mayor nivel de seguridad al ser prácticamente imposible que se incendien.

Toyota no es además el único fabricante que promete una larga vida útil para sus futuras baterías de estado sólido. Otros fabricantes como Solid Power, en colaboración con BMW, aseguran que sus prototipos superan los mil ciclos, mientras que un estudio realizado por la Universidad de Harvard afirma que este tipo de baterías soportará hasta 6 mil ciclos de carga con una perdida de capacidad de el 20 por ciento. Samsung SDI, por su parte, apunta así mismo a 20 años de vida útil.

Nada volverá a ser lo mismo en el sector del automóvil

Si tenemos en cuenta que las baterías de iones de litio actuales aspiran a conservar un 90 por ciento de su capacidad tras diez años de uso, la longevidad de las baterías de estado sólido supondrá un tremendo cambio disruptivo en la industria del automóvil cuando por fin sean una realidad. Tanto es así, que podrían no venir integradas de serie en los vehículos, ya que una misma batería podría ser empleada en sucesivos automóviles de un mismo propietario.

La necesidad de menos baterías, ya que podrían ser reutilizadas en varias ocasiones, supondría además una reducción en la demanda de tierras raras y en la explotación minera intensiva, así como una disminución en la cantidad de residuos generados.

Para que este futuro idílico se acabe haciendo realidad, Toyota ha cerrado ya varios acuerdos estratégicos con algunos proveedores japoneses de electrolitos. Las previsiones de la compañía apuntan al año 2027 o 2028 para el lanzamiento de las primeras baterías de estado sólido, que podrían debutar en un deportivo de alto rendimiento sucesor del mítico LFA.