¿Qué es el sistema 8 en 1 de BYD?: el sistema eléctrico más avanzado del mercado que pone en jaque a Tesla y ya rueda en España

Si alguna vez pensaste que los coches eléctricos eran todos iguales, es porque todavía no habías oído hablar del sistema de propulsión 8 en 1 de BYD. Y si ya lo habías oído, es probable que lo subestimaras. Porque esta tecnología no es solo un avance; es un golpe sobre la mesa. Un «esto es lo que hay» con sabor a revolución eléctrica, made in China.

BYD —que ya no necesita presentación para quienes siguen mínimamente despiertos en el sector automotor— ha puesto en el mercado español una tecnología que, seamos claros, suena a cuento pero se fabrica en serie. El sistema 8 en 1 no es solo un pack compacto y bonito de componentes eléctricos, pretende ser una integración total de ocho cerebros y músculos clave del tren motriz en un solo módulo compacto. Y sí, todos fabricados in-house. Sin proveedores externos, sin intermediarios, sin excusas. Del propio BYD.

Una lección de ingeniería para el resto de la industria

En su núcleo, el 8 en 1 junta todo lo que hace posible el movimiento eléctrico: desde la unidad de control del vehículo (VCU), pasando por el motor, la transmisión, el cargador de a bordo, hasta el sistema de gestión de batería (BMS). Es decir, todo lo importante está bajo el mismo techo.

¿El resultado? Un sistema un 16% más compacto, hasta un 10% más ligero y con una eficiencia del 89%. Esto ya está en la calle, bajo el capó de los BYD Dolphin, Seal y compañía. Lo que antes era un amasijo de cables, conexiones y pérdidas de energía, ahora es una sinfonía eléctrica afinada a precisión quirúrgica. Lo primero que notas no es lo que se ve, sino lo que no se ve. Menos cables, menos peso, menos espacio ocupado. El 8 en 1 ha liberado el habitáculo, bajado el centro de gravedad y rediseñado el flujo energético. Los ingenieros de BYD han decidido que cada vatio cuenta y lo han demostrado en una arquitectura que podría hacer llorar de envidia a más de un fabricante europeo.

Y aquí es donde entra su otra joya: la Blade Battery, también diseñada por BYD. Más segura, más duradera y, como no podía ser de otro modo, perfectamente compatible con este sistema. Todo montado sobre la e-Platform 3.0, una de las bases modulares más avanzadas.

¿Dónde deja esto al resto?

Mientras algunos fabricantes aún se pelean por optimizar su cableado o reducir gramos en la carcasa del inversor, BYD ha integrado toda la cadena de valor en vertical. Control total. Fabricación total. Rendimiento total. Y eso, en tiempos donde la eficiencia ya no es opcional sino existencial, es una bomba de relojería para las marcas que siguen ensamblando piezas de terceros como si fueran legos.

Lo que BYD ha hecho con este sistema es simple y brutalmente eficaz, quiere cambiar las reglas del juego. No por capricho, sino porque puede. La marca ya domina el mercado chino, ha plantado bandera en Europa y, con propuestas como esta, no va a tardar en hacer que otros parezcan anticuados. Así que la próxima vez que mires un BYD en el concesionario y pienses “hmm, no es alemán”, recuerda que probablemente estás ante uno de los coches más inteligentes, eficientes y adelantados del panorama eléctrico actual. Y lo que es más importante: ya está rodando por nuestras calles.