De Madrid a Nürburgring: 2.000 kilómetros para poner a prueba al OMODA 9 SHS

Nürburgring no suele ser el final de un viaje, sino el principio de uno más grande. Allí, en el Nordschleife, con el asfalto mojado, cuatro grados de temperatura y uno de los niveles de agarre más bajos del año, el OMODA 9 SHS mostró su cara más exigida. Lo hizo después de haber recorrido más de 2.000 kilómetros desde Madrid, atravesando cuatro países y acumulando cinco días de conducción continua. Ese contexto es clave para entender lo que ocurrió en el ‘Infierno Verde’.

El SUV Súper Híbrido Enchufable de OMODA & JAECOO completó 20 vueltas al trazado alemán en condiciones extremas, poniendo a prueba su sistema SHS, la tracción total AWD y la suspensión electromagnética CDC. La potencia conjunta de 395 kW (537 CV) se dejó sentir con claridad, pero siempre bajo control, incluso en zonas críticas como el Karussell, Fuchsröhre o Pflanzgarten. La transmisión 3DHT respondió con rapidez y suavidad, mientras los sistemas electrónicos trabajaban de forma constante para mantener la estabilidad en uno de los circuitos más exigentes del mundo.

Antes del límite, muchos kilómetros

Lo relevante es que ese rendimiento en Nürburgring no llegó en frío. El coche venía de una experiencia de largo recorrido real, con autopistas, carreteras secundarias, tráfico urbano y jornadas de más de 600 kilómetros al volante. Cuatro unidades del OMODA 9 SHS, conducidas por periodistas y creadores de contenido, habían salido de Madrid cinco días antes con una premisa clara: utilizar el vehículo como lo haría cualquier usuario.

Ese uso real se tradujo en cifras difíciles de ignorar. El consumo medio del viaje fue de 7,2 l/100 km, muy próximo a los 7,0 l/100 km homologados con la batería agotada, cuatro adultos y un maletero hasta arriba de equipaje. Unas cifras increíbles para un coche de más de dos toneladas y 537 CV. El mejor registro parcial se situó en 5,5 l/100 km, mientras que la autonomía real con un depósito de 70 litros rozó los 1.000 kilómetros. La autonomía combinada superó los 1.100 km, con hasta 145 kilómetros en modo eléctrico puro.

El OMODA 9 SHS emplea una arquitectura de propulsión Súper Híbrida Enchufable basada en cuatro motores, uno de combustión y tres eléctricos. El motor térmico es un 1.5T GDI DHE que desarrolla 140 CV, mientras que el sistema eléctrico se compone de dos motores situados en el eje delantero, con 100 CV y 120 CV respectivamente, y un tercer motor eléctrico en el eje trasero con 234 CV. Esta configuración permite una gestión avanzada de la potencia y la tracción, con funcionamiento eléctrico, híbrido o combinado según las condiciones de conducción, y es la base de la tracción total AWD del modelo, así como de su elevada capacidad de respuesta tanto en carretera como en situaciones de alta exigencia dinámica.

Incluso en Alemania, en tramos de autobahn sin limitación, el OMODA 9 SHS alcanzó su velocidad máxima de 187 km/h con estabilidad y sin que el consumo se disparase de forma desproporcionada para un SUV de 537 CV. Aún en condiciones mojadas. Pero también gracias a un magnífico calzado como lo son unas Michelin Cross Climate.

Un coche pensado para no cansar

Uno de los factores que más influyó en la experiencia global del viaje fue el confort. El habitáculo del OMODA 9 SHS demostró estar diseñado para largas distancias. El doble acristalamiento y la elevada rigidez estructural reducen notablemente el ruido exterior, mientras que la suspensión electromagnética CDC filtra con precisión irregularidades, juntas de dilatación y asfaltos en mal estado.

Los asientos de cuero Nappa, con ventilación, calefacción y masaje, marcaron la diferencia tras largas jornadas al volante. La ergonomía del puesto de conducción permitió mantener una postura cómoda durante horas, y el equipamiento tecnológico —pantalla panorámica de 24,6 pulgadas (dos pantallas de 12,3 pulgadas), HUD, sonido envolvente y un completo paquete de asistentes— facilitó la conducción en entornos desconocidos, accesos urbanos y parkings de hotel.

No es casualidad que, tras cruzar varios países en pocos días, los comentarios se repitieran: bajar del coche sin sensación de fatiga se convirtió en una constante del viaje.

Entre historia, gastronomía y eficiencia

El recorrido no se limitó a sumar kilómetros. La ruta atravesó algunos de los enclaves más simbólicos del automovilismo europeo. En San Sebastián, la gastronomía vasca se combinó con la visita al circuito de Lasarte, inaugurado en 1923 y sede de diez Grandes Premios de España. En Le Mans, el almuerzo en L’Auberge des Hunaudières situó a los participantes junto a la recta más legendaria de La Sarthe, por la que los prototipos del WEC llegaron a superar los 400 km/h.

La visita al trazado original, al circuito Bugatti y al Museo de las 24 Horas aportó contexto histórico antes de continuar hacia Reims. Allí, el circuito de Reims-Gueux —escenario de la Fórmula 1 de los años 50— ofreció una imagen muy distinta: tribunas restauradas, boxes silenciosos y la sensación de estar ante un museo al aire libre.

Durante todo ese recorrido, los OMODA 9 SHS aprovecharon su capacidad de recarga rápida en corriente continua de hasta 65 kW, recuperando del 30 al 80 % de la batería en apenas 25 minutos cuando fue necesario.

Tecnología que se adapta al terreno

El viaje permitió observar cómo el sistema SHS gestiona automáticamente la energía en función del escenario. En ciudad y tramos tranquilos, el coche circuló durante largos periodos en modo eléctrico. En autopista, el sistema alternó entre funcionamiento híbrido en serie o en paralelo para optimizar consumo y prestaciones. En Nürburgring, todo el conjunto trabajó para ofrecer empuje constante, respuesta inmediata y estabilidad.

La plataforma M3X, con bajo centro de gravedad, ancho de vías generoso y suspensión trasera multibrazo, fue determinante tanto en carretera como en circuito. A ello se suman los sistemas de seguridad y asistencia —ABS, EBD, HBA, ESP, TCS, RSC— que actuaron de forma progresiva incluso en situaciones límite.

Al final, el recorrido entre Madrid y Nürburgring sirvió para definir con claridad al OMODA 9 SHS. No como un SUV centrado únicamente en la potencia ni como un híbrido obsesionado con el consumo, sino como un vehículo capaz de combinar eficiencia real, confort de alto nivel y un comportamiento dinámico solvente incluso en el circuito más exigente del mundo.

Más de 2.000 kilómetros después, el mensaje es claro: cuando un coche supera la prueba de Europa en condiciones reales y llega al ‘Infierno Verde’ sin nada que demostrar, es porque el viaje ya ha hecho su trabajo.