Emisiones de CO2: claves entre el ciclo NEDC y el nuevo ciclo WLTP

Desde el mes de septiembre de 2018 nos encontramos con que los coches que antes tenían unas emisiones de CO2 dentro de los límites legales ahora han visto incrementadas esas emisiones entre un 15% y un 20% más que antes de esa fecha. El mismo coche, así, si tenía unas emisiones de 100 g/km de CO2, a partir de esa fecha registraba unas emisiones de entre 115 y 120 g/km. ¿Por qué ocurre esto? El responsable de este cambio es el sistema de medición de las emisiones contaminantes.

Antes de septiembre de 2018 se utilizaba el ciclo NEDC, que era el estándar para la industria del automóvil. Con todo lo sucedido con el dieselgate de Volkswagen, las autoridades quisieron ponerse algo más duros y comenzaron a analizar como hacer que las mediciones se conviertan en algo más fiable y se evite la picaresca para camuflar las emisiones. Así nació el ciclo WLTP, que es el que ha modificado el valor de las mediciones.

Diferencia entre NEDC y WLPT

Los ciclos NEDC y WLTP tienen diferencias entre ellos, que hacen que las mediciones cambien sustancialmente. En el ciclo NEDC las pruebas se realizaban en un laboratorio cerrado, colocando el coche sobre unos rodillos que permitían que rodara pero sin moverse del sitio. La velocidad máxima con la que se realizaban las pruebas era muy baja y no ofrecía toda la información que se necesitaba para conseguir valorar correctamente el grado de emisión de gases contaminantes.

Con el ciclo WLTP las pruebas se realizan en un entorno de conducción real, en carretera. Con este tipo de pruebas se registran otras cantidades de gases contaminantes, ya que el coche se somete a un tipo de pruebas que simulan el uso común del coche, así que los registros son mucho más ajustados a la realidad. Además, la velocidad máxima a la que se realizan estas pruebas alcanza los 120 km/h.

Las condiciones de las pruebas imitan el comportamiento real del conductor, así que se puede valorar de manera más acertada el consumo y las emisiones contaminantes que produce el coche. Con el ciclo WLTP nos encontramos que se han endurecido las acciones contra los vehículos más contaminantes, que quizá con el ciclo NEDC podían pasar por coches poco contaminantes pero ahora sobrepasan los límites impuestos.

De esta manera, se puede realizar una legislación más acorde con la realidad y evitar que se produzcan descuadres importantes en la cantidad de CO2 declarada por el fabricante y la que realmente produce el vehículo. La contaminación provocada por el parque automotriz es importante, aunque ya se sabe que es solo una parte del gran problema de contaminación.

El uso de combustibles fósiles en aviación, transporte marítimo y generación de energía eléctrica es muy superior a la contaminación producida por los vehículos, aunque cualquier acción tomada al respecto, puede ser beneficiosa para todos. Los fabricantes están trabajando para conseguir reducir las emisiones contaminantes en todos los modelos, así que las inversiones destinadas a ello se multiplican cada año. Los motores son cada vez más eficientes, aunque hay cosas que han de cambiar todavía.

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La mentalidad del comprador es también importante, ya que solo hace falta ver el tipo de vehículos que más se está vendiendo actualmente. Se trata de SUV y otros vehículos todocamino, que tienen un mayor consumo y son menos eficientes a nivel aerodinámico, por lo que generan más emisiones contaminantes. El ciclo WLTP forzará a las marcas a trabajar más en este sentido y hacer que esos vehículos poco prácticos a nivel de emisiones sean cada vez mejores.