Nuevo Peugeot 308: prueba y guía de compra del nuevo compacto que apunta al VW Golf

Antonio Roncero    @roncero_antonio    23 diciembre 2021     10 min.
Nuevo Peugeot 308: prueba y guía de compra del nuevo compacto que apunta al VW Golf

Nos ponemos al volante del nuevo Peugeot 308 y analizamos la gama para ayudarte a elegir la versión más interesante por precio, motor y equipamiento.

Más de 1,3 millones de unidades se han comercializado ya del Peugeot 308, que hora alcanza su tercera generación manteniendo los valores que siempre han caracterizado al compacto francés y apostando por una mayor sofisticación en todos los sentidos, desde el diseño hasta el equipamiento o las opciones mecánicas.

Nosotros hemos podido conducirlo durante la presentación a la prensa, y ya podemos sacar las primeras conclusiones.

El diseño exterior del nuevo Peugeot 308

Con la plataforma EMP2 del grupo Stellantis para sus modelos compactos, que se utiliza también en el Citroën C4 o en el DS 4, estamos ante un modelo completamente nuevo, que aumenta la distancia entre ejes nada menos que 5,5 centímetros. La longitud es ahora de 4,36 metros (11 cm más), manteniendo una anchura de 1,85 cm, y rebajando en 2cm la altura, para quedarse en 1,44 metros.

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Exteriormente el nuevo Peugeot 308 muestra muchas diferencias con la generación anterior, con una evolución del diseño que recuerda al 508. Expresivo, musculoso, seductor… son algunos de los adjetivos que utilizan en la marca para describir su nuevo modelo. Y la verdad es que todos le hacen justicia. Destacaríamos los estilizados faros delanteros (LED desde las versiones básicas, Matrix LED en los acabados superiores) con las luces diurnas en forma de colmillo, así como la nueva firma luminosa de la zaga. El coeficiente aerodinámico se ha mejorado, y ahora es de 0,28.

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Peugeot ya ha mostrado también la versión 308 SW, la variante con carrocería familiar, que tiene una batalla casi 6 centímetros más larga que la berlina y alcanza los 4,64 metros de longitud. A nosotros nos parece uno de los compactos familiares más bonitos del mercado. Se ofrece con una gama prácticamente equivalente a la berlina en cuanto a motores y equipamientos, por un sobreprecio de 900 euros. No la pierdas de vista, porque es una opción muy recomendable.

Hay siete colores disponibles para la carrocería del Peugeot 308: verde, azul, rojo, gris, negro y dos tonos de blanco.

Interior del nuevo Peugeot 308: habitabilidad y maletero

En el interior, lo primero que hay que reconocer es que Peugeot ha hecho muy bien su trabajo a la hora de colocar al nuevo 308 como referencia en la categoría en cuanto a sensación de calidad percibida. Contribuye a ello el diseño, pero también el tacto y el aspecto de los materiales empleados y de todos los mandos; al menos en las versiones que hemos podido conducir, con los acabados más altos de gama.

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Me ha sorprendido, sin embargo, que no se gane en espacio interior, habida cuenta del aumento en dimensiones exteriores y en batalla. Esperábamos que se colocara por encima de la media en este apartado, pero se mantiene más o menos donde estaba, con unas plazas traseras un tanto justas.

En cuanto al maletero, Peugeot anuncia una capacidad de 412 litros para la berlina con los motores de combustión (casi 30 de ellos bajo el piso) y de unos 50 litros menos en el caso de los híbridos enchufables. Abatiendo los respaldos de los asientos traseros se superan los 1.300 litros, según el estándar de medición que utiliza Peugeot. A falta de una medición más concreta, la sensación es que está en la media si lo comparamos sus rivales.

Peugeot sigue apostando por el i-cockpit

Una seña de identidad de Peugeot que se mantiene en el nuevo 308, para lo bueno y para lo malo, es el denominado i-cockpit, una configuración que combina un volante inusualmente pequeño con una instrumentación en posición elevada.

Cuando digo para lo bueno es porque no deja de ser un signo de diferenciación, y también porque una vez te acostumbras –y lo haces enseguida–, manejar un volante tan pequeño y consultar la instrumentación por encima en vez de por debajo del aro resulta incluso estimulante, sobre todo al maniobrar o en carreteras de curvas.

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El problema, y por ello recomiendo a quien vaya a comprar un Peugeot 308 que haga la prueba primero en el concesionario, es que en función de la estatura, el volante puede tapar parte -o gran parte- de la instrumentación cuando lo colocas en la posición en la que cada uno conduce más cómodo. Para intentar minimizar este efecto el nuevo 308 utiliza un volante achatado en su parte superior e infierior. Pero, al menos en mi caso, la única manera de ver casi toda la instrumentación es bajando mucho el volante y subiendo el asiento. Además de no ser la posición más cómoda, el segundo problema es que esta configuración hace que entrar o salir del coche sea más complicado.

Sofisticado: conectividad y multimedia

Tampoco me ha gustado nada otra de las novedades de las que presume Peugeot en el nuevo 308: la instrumentación digital en 3D. A partir del acabado Active Pack, el cuadro de instrumentos del 308 es una pantalla digital de 10 pulgadas que en las versiones más equipadas presenta la información en lo que supuestamente son 3 dimensiones.

En realidad se trata de la superposición de la información en distintos planos, y no he terminado de acostumbrarme a ella durante los kilómetros recorridos en esta primera toma de contacto. Prefiero la instrumentación digital del resto de versiones, sin esta funcionalidad 3D.

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Por lo demás, la nueva pantalla táctil del sistema multimedia, que crece hasta las 10 pulgadas, es mucho mejor que antes en cuanto a definición de los gráficos, posibilidades de configuración o navegación entre los menús. Me gusta lo que Peugeot denomina “i-Toggles”, una segunda pantalla táctil que permite configurar grandes superficies a modo de botones individuales para manejar distintas funciones, por ejemplo el acceso directo a la navegación, al teléfono, al equipo de sonido o al menú “casa” para volver siempre rápidamente a la pantalla principal. Esta pantalla multimedia es de serie a partir del acabado Allure

Por debajo de ella siempre queda una botonera física para algumos mandos, como el de la recirculación, el desempañado de la luneta o las luces de emergencia. El nuevo sistema multimedia integra el Peugeot i-Connect Advanced, ya con el cada vez más habitual control por voz con reconocimiento de lenguaje natural (se activa mediante el comando “OK Peugeot”) y actualizaciones inalámbricas. Además, se pueden configurar y almacenar hasta 8 perfiles de conducción diferentes, que mantienen preferencias como los reglajes de los asientos, la iluminación ambiental, etc.

Me ha gustado especialmente la consola central en las versiones con cambio automático. Como otros rivales, en ese caso Peugeot sustituye la palanca por un mando que permite un diseño muy despejado, con un espacio muy cómodo para el cargador inalámbrico par el teléfono móvil y muchos huecos para vaciarse los bolsillos.

La gama de motores: gasolina, diésel y dos híbridos enchufables

Para la gama de motores, Peugeot sigue confiando en las versiones 1.2 de tres cilindros de la familia PureTech en gasolina, así como en el 1.5 BlueHDi de cuatro cilindros turbodiésel, que tan buen resultado han dado, entre otros modelos, en el anterior 308. Ninguna de ellas tiene hibridación ligera, por lo que no cuentan con etiqueta ECO.

El PureTech de gasolina se ofrece en versiones de 110 y de 130 CV, en el segundo caso con posibilidad de equipar el cambio automático EAT8 de ocho velocidades. El diésel rinde 130 CV, y también se puede elegir en versión automática.

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Como novedad, llegan dos versiones híbridas enchufables que no se ofrecían en el modelo anterior, pero que también son más que conocidas de otros modelos del grupo Stellantis: el 308 GT Hybrid 180 y el 308 GT Hybrid 225, con una potencia de sistema de 180 y de 225 CV, respectivamente. En los dos casos se utiliza el mismo motor eléctrico y una batería de 12,4 kWh de capacidad; la diferencia la determina la potencia del motor de combustión, un 1.6 Turbo de gasolina de 4 cilindros que rinde 150 o 180 CV.

Estas versiones llevan un cargador  a bordo de 3,7 kW, y opcionalmente se puede solicitar un cargador de 7,4 kW. La autonomía homologada WLTP en modo eléctrico es de 59 o de 60 km, según la versión. Cuentan con la etiqueta CERO de la DGT.

Al volante del nuevo Peugeot 308

Lo que más llama la atención nada más recorrer los primeros kilómetros con el nuevo Peugeot 308 es la forma en la que, literalmente, se «traga» los baches. Ofrece un confort de suspensión sobresaliente, y lo hace sin necesidad de recurrir a unas suspensiones de tarado muy suave, por lo que no se limita la agilidad en zonas viradas. Como ya comentaba anteriormente, una vez que encuentras la mejor posición de conducción en base a las preferencias de cada uno y lo que te deja el i-cockpit, enseguida te adaptas a un volante pequeño y más achatado en la parte superior que en la inferior, lo que al principio puede resultar chocante. En general, es un coche que tiene un comportamiento dinámico muy bueno, que destaca por su equilibrio entre comodidad, efectividad, seguridad y facilidad de manejo.

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Puestos a elegir motor, el nuevo 308 se merece, como mínimo, partir de las versiones de 130 CV, y elegir el PureTech de 110 CV sólo si no vas a salir mucho a carretera ni a usar el coche con pasajeros y equipaje. La duda entre elegir gasolina o diésel no es fácil de resolver: son 1.500 euros de diferencia a igualdad de equipamiento a favor del gasolina, que es más suave en general y tiene mejores prestaciones si haces uso del cambio de marchas, aunque a costa de distanciarse cada vez más del diésel en consumo. Me quedaría con el diésel sólo si crees que vas a recorrer más de 15.000 km al año. En cualquiera de los dos casos, por 1.700 euros, no dejaría de recomendar el cambio automático, de funcionamiento muy suave, y sin afectar a las prestaciones o al consumo.

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En cuanto a los 308 Hybrid, el de 180 CV tiene la ventaja de que se ofrece con los acabados superiores y puedes acceder a un 308 híbrido enchufable desde 33.000 euros, mientras que el más potente obliga a partir del acabado GT, y el precio sube hasta casi 40.000 euros. A igualdad de acabado, la versión de 225 CV supone un desembolso adicional de 1.500 euros. En su papel de tope de gama y versión más potente, el 308 Hybrid 225 con acabados GT o GT Pack puede cumplir por estética y prestaciones como modelo más deportivo, pero no esperes en ningún caso el tacto de un «GTI». Por ello tiene más sentido la versión de 180 CV, con muchas más versiones de acabado para elegir y ya con una relación entre prestaciones y consumo muy favorable.

La compra maestra: Peugeot 308 Puretech 130 eAT8

Aplicando los descuentos oficiales, a los que puedes añadir el que se consigue financiando la compra, tienes un 308 Active Pack de gasolina con 110 CV desde 21.500 euros, y desde 22.800 con el motor de 130 CV. El BlueHDI parte desde 24.300 euros. Nuestra configuración ideal sería un 308 con motor de gasolina de 130 CV y cambio automático, al que puedes acceder con acabado base desde 24.500 euros. El salto al acabado Allure son 2.500 euros, y añade al equipamiento del Active Pack elementos como la cámara trasera, el sistema de calidad de aire interior, luces largas automáticas, iluminación ambiental interior, llantas de aleación de 17 pulgadas (en el Active Pack son de 16 pulgadas y de chapa) y el la pantalla táctil con navegador, entre otros elementos. Como alternativas principales al Peugeot 308 destacaríamos al Seat León, al nuevo Opel Astra y al Hyundai i30.

En el caso de las versiones híbridas enchufables, nos quedamos con el 180 eAT8 Hybrid en acabado Allure, que tiene un precio de 35.200 euros. En este caso, las alternativas que más nos gustan son el Seat León eHybrid y al Renault Mégane E-TECH PHEV.

Galería de imágenes nuevo Peugeot 308

 


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