Los coches eléctricos utilizan una batería como fuente de propulsión para moverse. Este movimiento se puede realizar en ayuda de un motor de combustión (híbridos HEV e híbridos enchufables PHEV) o como única fuente (100% eléctricos EV).
El año 2020 se plantea como el año del eléctrico, donde todas las marcas presentarán sus productos eléctricos y como el inicio de la transición hacia la era eléctrica, ya sea por la apuesta de las marcas, la concienciación sobre el cambio climático en la sociedad y la normativa de ayuntamientos y gobiernos de eliminar cada vez más los vehículos más contaminantes.
Esta nueva arquitectura permitirá disfrutar de una potencia de carga muy superior, reduciéndose el tiempo necesario para completar una recarga, entre otras ventajas.
Llegará al mercado europeo en 2027 con un precio base que debería situarse por debajo de los 20 mil euros, lo que hace pensar que su nivel de demanda debería ser muy elevado.
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La carrera por ofrecer los sistemas más avanzados posibles de asistencia a la conducción en modelos accesibles se acaba de iniciar en el mercado chino, con propuestas como G-Pilot para los vehículos del grupo Geely.
El hipotético empleo de un pack de baterías LFP en la versión de acceso del ID.3 que se comercializa en Europa, permitiría al fabricante alemán reducir el precio del vehículo para impulsar así sus ventas.
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Este pequeño compacto coche eléctrico de origen chino no solo tiene un equipamiento bastante completo, sino que también tiene un precio muy contenido.
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El fabricante chino quiere convertirse en un actor relevante en el mercado del vehículo eléctrico en Europa y son pocos ya los países del continente en los que aún no tiene presencia comercial.
BYD se plantea además la posibilidad de comenzar a producir baterías para sus modelos eléctricos producidos en Europa, también en el continente.
