El e-Call, el botón SOS que salva vidas, ya es obligatorio en todos los coches nuevos

De la calidad de la atención primaria que reciben los heridos en un accidente de automóvil dependen sus vidas. La gran mayoría de los accidentados que reciben asistencia médica en los diez primeros minutos después del accidente, salva su vida cuando los servicios de asistencia acuden rápidamente al lugar del accidente. Por eso, la Unión europea decidió en 2015 aprobar la obligatoriedad de instalar a bordo de todos los automóviles nuevos la denominada llamada de emergencia obligatoria o e-Call.

El sistema ha de funcionar de forma completamente automática en caso de accidente. Cuando el sistema detecta que el coche ha sufrido un accidente, es el propio coche el que llama a los servicios de emergencia, al 112, para informar de la ubicación exacta del vehículo y del número de ocupantes que viajan a bordo del mismo en el momento del accidente. Al recibir el aviso, los servicios de emergencia se pondrán en contacto directo con los ocupantes del vehículo para confirmar el incidente y conocer de primera mano si se precisa o no asistencia y de qué tipo, para proceder a enviar de inmediato la ayuda médica, policial o mecánica necesaria.

Mediante una tarjeta SIM virtual creada a partir de distintos sensores presentes en el equipamiento del vehículo, el e-Call emite automáticamente una señal a través del sistema GPS que facilita a los servicios de asistencia los datos exactos del accidente (situación en la carretera, hora, número de pasajeros a bordo, tipo de combustible…) sin necesidad de que el conductor o los pasajeros tengan que actuar pulsando algún botón.

La llamada llegará a los servicios técnicos del 112 en la comunidad autónoma o provincia correspondiente que rápidamente se pondrán en contacto con el interior del vehículo para conocer la gravedad del siniestro y valorar el envío de los servicios de emergencia necesarios para la resolución del mismo.

Además de este funcionamiento, el e-Call también puede ser activado de forma manual por los ocupantes del vehículo, por ejemplo cuando se produce un desvanecimiento de algún pasajero a bordo.

El sistema no rastrea el recorrido de los vehículos, sino simplemente su ubicación y los datos precisos para el adecuado envío de los servicios de emergencia. La normativa europea que regula el sistema prohíbe explícitamente guardar los datos del incidente, exigiendo que “los datos de la memoria interna del sistema o la unidad técnica independiente se supriman de manera automática y continuada y que ninguna entidad exterior al sistema o a la unidad técnica independiente integrada tenga acceso a dichos datos antes de que se active la e-Call”.

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La obligatoriedad del sistema ayudará a reducir la mortalidad en las carreteras, dado que los tiempos de respuesta ante los accidente se reducirán con su entrada en vigor en un 50 por ciento en las zonas rurales y en hasta un 40 por ciento en zonas urbanas. Igualmente se calcula que en el 15 por ciento de los casos, las secuelas de los heridos en accidentes de tráfico reducirán su gravedad, según los cálculos , realizados por la Unión Europea a partir de estudios científicos que afirman que durante la primera media hora posterior al siniestro es cuando se produce el deceso de 7 de cada 10 víctimas de accidentes de tráfico.