EBRO s400: el SUV híbrido urbano que España necesitaba

Todo lo que sabemos del EBRO s400: medidas, tecnología, producción y lo que podría esconder bajo su capó. También llegan las versiones PHEV para el s700 y s800 con más de 1.100 km de autonomía
EBRO ha venido a jugar. Y no se anda con chiquitas. En el 43º Automobile Barcelona, la histórica firma nacional ha hecho lo que se esperaba de una marca que quiere recuperar su sitio por la puerta grande: presentar músculo tecnológico, agitar el orgullo patrio y apuntar directamente al corazón de uno de los segmentos más calientes del mercado, el SUV compacto. El protagonista de esta ofensiva es el nuevo EBRO s400. ¿La promesa? Tecnología híbrida avanzada, diseño con acento mediterráneo y una eficiencia que hace temblar a más de un rival consolidado.
El s400 se fabricará aquí, en la resucitada Zona Franca de Barcelona —ese polígono industrial que vuelve a la vida tras años de incertidumbre—, donde EBRO está levantando algo más que coches y donde su ensamblaje arrancará “en breve”, según fuentes de la marca.
Con sus 4,32 metros de longitud, este SUV urbano se posiciona como el más compacto de la gama: más corto que el s700 (4,55 m) y claramente más manejable que el s800 (4,73 m). Ideal para moverse por ciudad sin renunciar a un tamaño suficiente para escaparse el fin de semana con maletero lleno.
¿Y qué lleva bajo el capó? Aquí viene la parte misteriosa porque EBRO no ha soltado prenda sobre el sistema híbrido que montará el s400. Pero si —solo si— hereda la tecnología del Tiggo 4 Pro MHEV (modelo con el que comparte algo más que inspiración estética), hablaríamos de un híbrido ligero con un motor 1.5 turbo de gasolina, un apoyo eléctrico de 10 CV y una batería de 0,35 kWh (son suposiciones). Ofreciendo una potencia combinada de 145 CV. ¿Suficiente? Para lo que pretende ser —SUV urbano con ADN eficiente—, sí. Pero nos reservamos el veredicto hasta poder pisarlo.
s700 y s800 PHEV:
Y si el s400 viene fuerte, los s700 y s800 enchufables no se quedan atrás. EBRO no ha querido guardarse nada y lanza al ruedo dos modelos híbridos enchufables con un argumento de peso: más de 1.100 km de autonomía total y hasta 90 km en modo eléctrico puro. Traducido: puedes hacerte la semana entera sin gastar una gota de gasolina, y si decides salir a carretera, tampoco vas a quedarte corto.
Ambos modelos incorporan una batería de 18,3 kWh que se carga del 30 al 80% en solo 19 minutos con una corriente de 40 kW. Pocos PHEV del mercado pueden decir lo mismo sin sonrojarse. Y además, cuentan con la preciada etiqueta Cero. Esto no solo es marketing verde, es libertad: acceso sin restricciones al centro de las ciudades, bonificaciones fiscales y un plus de imagen que, seamos honestos, cada vez pesa más.
Una experiencia de marca que va más allá del coche
Pero EBRO no solo quiere vender coches. Quiere contar una historia. Por eso, su stand de 750 m² en el pabellón 8 de la Fira de Barcelona se ha convertido en una especie de parque temático donde puedes conocer toda su gama. Tecnología, diseño, historia y, lo más importante, test drives. Porque no hay mejor forma de comprobar que vas en serio que dejar que la gente se ponga al volante.
“Barcelona es clave para nosotros”, dice Pedro Calef, presidente de EBRO. Y no le falta razón. Esta ciudad no solo es la cuna industrial de la marca, es también el escenario perfecto para un renacimiento automovilístico con bandera nacional. Porque, seamos sinceros: ya era hora de que España tuviera un SUV híbrido hecho en casa, para competir de tú a tú con los grandes del sector.
EBRO ha pasado de ser una marca del recuerdo a convertirse en un actor clave en la transición y lo cierto es que puede que no lo tenga fácil en un mercado saturado, pero trae lo que hace falta: tecnología real, producción local, una imagen fresca y una gama que ya no se queda en promesas, sobre todo en precios asequibles. Si lo que hemos visto en el Automobile Barcelona es solo el principio, más vale que los gigantes del sector empiecen a mirar por el retrovisor. Porque EBRO ha vuelto. Y esta vez va en serio.
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