Fabricación en Europa: esta es la solución a la crisis de semiconductores

Ya llevamos varios meses sometidos a una grave crisis de semiconductores, los tan traídos chips que no llegan a Europa en la cantidad suficiente para fabricar los coches que se necesitan. La falta de este componente, tan necesario en la actualidad para dar forma a los coches que se fabrican en todos los países europeos, ha provocado una seria falta de vehículos. La importancia de este componente hace que la lista de espera para conseguir determinados modelos ya alcanza el año.

Esto es importante, porque las ventas han caído a lo largo del último año y que haya suficiente stock de modelos para todos los compradores es algo vital para la buena salud de la industria. Por eso, desde la Unión Europea han comenzando a trabajar para establecer una industria de semiconductores europea que evite que esta situación se repita.

Nueva ley europea de Chips

Con esta iniciativa, Europa quiere ganar peso en el mercado de chips destinados a la industria del automóvil, pero también en otros campos donde son muy necesarios. Esta ley marcará un marco de colaboración entre varios países europeos para establecer una industria de fabricación de semiconductores que no tenga que depender de terceros países externos a la Unión Europea.

En la actualidad, la capacidad de producción de este tipo de componentes se cifra en el 10%, algo que resulta totalmente insuficiente, como se ha podido comprobar. El plan de la Unión Europea es duplicar esta cuota en el año 2030 y ganar peso en el mercado internacional. Esto, por supuesto, no se va a lograr en el corto plazo y necesitará de un trabajo conjunto a lo largo de años en los que se conseguirán resultados válidos.

Crisis de semiconductores: así está afectando a los coches y su equipamiento

Desde hace varios meses, las factorías de montaje de coches están sufriendo una considerable falta de suministro de semiconductores y otros componentes.

El principal problema es que para comenzar a mover este plan estratégico se necesita una inversión de entre 10 000 a 20 000 millones de euros. Con esta inversión se podrá iniciar la producción en unos tres años. Además, existe el problema del aprovisionamiento de materia prima para la fabricación. Muchos de los materiales necesarios provienen de terceros países con una complicada situación geopolítica, así que puede resultar complicado importar el material necesario.

Mientras, se va a intentar recuperar el ritmo de suministro desde Asia, aunque esto parece que también va a tardar en llegar.