Decisiones duras en el plan de General Motors presentado al Congreso estadounidense

Guillermo Arnal     3 diciembre 2008     2 min.
Decisiones duras en el plan de General Motors presentado al Congreso estadounidense

Hace nada os detallábamos el plan de viabilidad que ha llevado el grupo Chrysler al Congreso estadounidense para pedir la ayuda económica. A continuación os describimos el programa de acciones que va a llevar a cabo el grupo General Motors para sobrevivir a los problemas del sector y para utilizar adecuadamente la financiación solicitada en […]

Hace nada os detallábamos el plan de viabilidad que ha llevado el grupo Chrysler al Congreso estadounidense para pedir la ayuda económica. A continuación os describimos el programa de acciones que va a llevar a cabo el grupo General Motors para sobrevivir a los problemas del sector y para utilizar adecuadamente la financiación solicitada en caso de que le sea concedida.

La cantidad de dinero que se pide al estado en concepto de financiación es de 18.000 millones de dólares, la mayor de las 3 presentadas al Congreso por cada grupo. Solicitan 12.000 millones para Marzo de 2009, y los 6.000 millones restantes se necesitarían si la situación no progresa positivamente tras la primera ayuda.

El jefe ejecutivo del grupo, Rick Wagoner, hará como su homólogo del grupo Chrysler y se adjudicará un sueldo de 1 dólar anual mostrando su compromiso con la situación. Se suman también varios ejecutivos de GM que verán reducidos sus sueldos, y además, proporcionarán al poder ejecutivo estadounidense el poder de revisar sus cuentas y gestión financiera.

Otras medidas contenidas en el plan son: mayor apoyo a Buick, Cadillac, Chevrolet y GMC; los próximos modelos consumirán y contaminarán cantidades muy inferiores a otros anteriores, así como crossovers mucho más ecológicos; confirmación de la venta de Saab y Hummer; Saturn podría venderse o eliminarse del grupo; transformación de Pontiac en un fabricante de clientela más específica; reducción del número de concesionarios de 6.450 a 4.700; recorte de la plantilla de 96.000 empleados directos a entre 65 y 75.000; venta de todos los jets privados y negociar con los acreedores la deuda pendiente de 36.500 millones de dólares (29.000 millones de euros al cambio).

La ausencia de Opel en todas ellas podría indicar que la firma alemana verá reducido su apoyo económico desde el grupo, ya que la urgencia reside en los fabricantes estadounidenses. Tampoco se aclara específicamente la situación de los empleados de Opel ni los de Saab. Y por lo visto, Holden no entra dentro de sus prioridades.

De todas maneras, son acciones bastante contundentes que podrían llegar a persuadir al Congreso estadounidense para conceder la financiación, aunque la última palabra se sabrá la semana que viene cuando se tome la decisión definitiva.

Vía | Autoblog en Español

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