Dile definitivamente adiós al Porsche 911 991: sale de la línea de producción la última unidad de esta generación

El Porsche 911 siempre ha sido considerado un icono automovilístico generación tras generación. Son muchos los que se muestran escépticos cuando la firma alemana se predispone a comenzar el desarrollo de una nueva entrega de su hijo predilecto, puesto que temen que los cambios no sean suficientes. La generación 991 del nueveonce fue, sin lugar a dudas, una de las más exitosas y, pese a que el 992 ya la está sustituyendo, aún queda un nostálgico sentimiento que ha llevado a la marca a catalogar a la última unidad producida como embajador del Museo Porsche.

Fue en el año 2011 cuando Porsche presentó el resultado del estoico y dificultoso ejercicio de desarrollar una nueva generación del 911. Llegaba al mundo el encargado de sustituir al 997 bajo la denominación interna 991 y con una fórmula muy similar pero aderezada por una serie de características capaces de marcar una abrumadora diferencia entre ambos.

De la mano de esta generación nacieron las variantes del 911 a las que ya nos tiene acostumbrados Porsche y, como estipula la tradición, los GT3, GT3 RS y GT2 RS. Estos tres últimos recibieron la responsabilidad de elevar la deportividad característica del nuevenonce hasta su máximo nivel, algo que también fue posible gracias a la variante Speedster, que recibía un importante legado de sus antepasados.

Y es que esta versión del 911 991 no solo fue la última en lanzarse antes de vetar la línea de producción del mismo, sino que estuvo fabricándose hasta la fecha de forma coetánea con su sucesor, el 992. Una edición limitada a 1.948 unidades ya se encargaba de anticipar que esta variante del ilustre deportivo alemán era especial, sensación que también se percibe a través de su estética y de su esquema mecánico, el cual se encuentra en peligro de extinción.

El Speedster recurre a un diseño que evoca a su emblemático antecesor de gracias a una capota de lona que, de forma manual, se esconde debajo de las dos esculturales jorobas de la zaga. A esta posibilidad de viajar a cielo abierto se le une el mismo corazón que da vida al GT3 RS, es decir, un seis cilindros bóxer atmosférico de 4.0 litros capaz de producir 510 CV y 469 Nm de par, cifras que se gestionan mediante una caja de cambios manual de seis relaciones.

La unidad número 1.948 ya ha salido de las líneas de producción de Porsche pintada en color gris y dispuesta a poner fin a una generación del 911 muy difícil de superar. Ahora, el legado recae sobre el nuevo 992, versión que también contará con sus respectivas variantes deportivas y muy posiblemente lucirá en un futuro no muy lejano la carrocería Speedster.