Prueba EBRO S400: un SUV sorprendentemente sólido, híbrido, asequible y con espacio para toda la familia

Óscar Sanz     17 noviembre 2025     6 min.
Prueba EBRO S400: un SUV sorprendentemente sólido, híbrido, asequible y con espacio para toda la familia

Nos ponemos al volante del primer modelo híbrido de la renacida marca EBRO, que se conduce sin esfuerzo, gasta menos que la mayoría y viene cargado de tecnología de serie

El renacimiento de EBRO ya no es una nota industrial ni un recuerdo sentimental. Es un proyecto real que toma forma en la calle, en los concesionarios y en la antigua fábrica de Nissan en Zona Franca, que vuelve a llenarse de actividad tras años en silencio. Tras los S700 y S800 —ambos disponibles con tecnología híbrida enchufable— llega el modelo clave para el gran público: el EBRO S400 HEV, un SUV compacto que apuesta únicamente por la hibridación autorrecargable y que aspira a convertirse en uno de los coches más relevantes del mercado español en los próximos meses.

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EBRO fue durante décadas un nombre familiar en nuestras carreteras, asociado a vehículos industriales robustos y fiables. La marca desapareció en los 80, pero su regreso no es un simple ejercicio nostálgico. Hay una infraestructura sólida detrás, una alianza tecnológica de primer nivel, un sistema de distribución que ya supera los sesenta puntos y una visión muy clara: ofrecer coches modernos, eficientes y accesibles, fabricados en España y destinados al grueso del mercado. El S400 es el primer paso de este plan.

El S400 mide 4,32 metros, colocándose en esa frontera tan interesante entre los B-SUV grandes y los C-SUV compactos. Esa posición le permite ofrecer una presencia superior a la de un SUV urbano sin disparar el tamaño. Su diseño transmite solidez desde el primer vistazo, con un frontal elevado y rotundo, una silueta limpia y proporcionada y una trasera muy actual dominada por una banda lumínica horizontal. No es un coche que pretenda llamar la atención con extravagancias, sino convencer por equilibrio y buena ejecución, y eso lo resuelve con acierto.

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Tecnología, espacio y una ejecución sorprendentemente madura

Nada más entrar, el S400 rompe una de las expectativas habituales en coches de marcas renacidas: su interior no parece el de un proyecto en fase inicial, sino el de un producto maduro. Las dos pantallas de 12,3 pulgadas, con buena resolución y gráficos modernos, dominan el salpicadero. El cuadro digital es claro y la pantalla central responde con soltura. La compatibilidad con Apple CarPlay inalámbrico, el asistente de voz y el climatizador bizona aportan un nivel tecnológico que lo sitúa a la altura —y a veces por encima— de modelos más caros.

La ergonomía está bien resuelta, con mandos físicos para la climatización que facilitan su uso sin distraer la vista de la conducción. La postura de conducción es cómoda y la visibilidad, buena. Los materiales combinan zonas blandas donde más se agradece con plásticos de calidad razonable en las áreas secundarias, todo bien ajustado. En el acabado Excellence, el nivel de refinamiento sube varios peldaños, con tapicería Eco Skin, iluminación ambiental, asientos eléctricos calefactados y una cámara de 540º con visión panorámica, de las mejores del mercado, en cuanto a fluidez y calidad.

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Pero quizá el mayor argumento del interior esté detrás: las plazas traseras son sorprendentemente amplias para un SUV de este tamaño, con un espacio para piernas que rivaliza con modelos del segmento superior. La sensación de desahogo y espacio es clara, tanto para adultos como para sillas infantiles. El maletero, de 430 litros, ofrece un volumen más que correcto para aprovecharlo en viajes familiares y se aprovecha bien gracias a unas formas regulares.

El S400 también destaca por incorporar de serie un conjunto de ayudas a la conducción realmente amplio y con todo lo necesario. Cuenta con mantenimiento y centrado de carril, control de crucero adaptativo, vigilancia del conductor, frenada automática, alerta de tráfico cruzado, detector de ángulo muerto, asistencia en atascos y una larga lista de funciones que lo convierten en un coche moderno y protegido. La integración de estos sistemas es coherente y poco intrusiva, lo que aumenta la sensación de solidez del conjunto.

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Un híbrido pensado para funcionar sin esfuerzo

A nivel mecánico, el S400 emplea un sistema híbrido compuesto por un motor de gasolina 1.5 de cuatro cilindros y un motor eléctrico de 150 kW, que juntos alcanzan los 211 CV. La transmisión DHT, muy eficiente, consigue que el coche se mueva con suavidad tanto en ciudad como en carretera. El sistema alterna entre conducción eléctrica pura, modo tándem y modo híbrido paralelo en función de la carga y la demanda de potencia, y lo hace sin brusquedades – dejando a un lado el sonido.

En conducción diaria, el S400 se siente especialmente cómodo en entornos urbanos, donde el motor eléctrico tiene más protagonismo y la suavidad se convierte en uno de sus rasgos distintivos y más destacados. En carretera, ofrece suficiente potencia para adelantar con seguridad y mantener ritmos de autopista sin esfuerzo. El consumo es uno de sus puntos fuertes: resulta sencillo mantenerse entre 5 y 6 litros en uso en carretera, cifras que lo sitúan entre los híbridos más eficientes del segmento, ya que en ciudad es capaz de situarse por debajo de los 5L/100km.

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Sensaciones y dinámica

Tras recorrer ciudad, carreteras secundarias y zonas de montaña, queda claro que el S400 prioriza la comodidad y la facilidad. Es un coche amable, que no exige adaptación alguna y que transmite una conducción relajada. La dirección podría ofrecer más precisión y sensación, y la suspensión trasera tiende a mostrarse algo firme cuando el asfalto está muy deteriorado, aunque en la mayoría de situaciones mantiene un nivel de confort adecuado.

Al volante, el S400 se presenta como un híbrido sencillo, ahorrador y razonablemente bien equipado. Su postura de conducción es ligeramente elevada, como en un SUV clásico, pero la dirección ha sido criticada por tener un tacto poco comunicativo o algo impreciso.

  • Lo que brilla:

    • Consumo contenido y eficiente (“ahorrador”) gracias a su planteamiento híbrido.

    • Etiqueta ECO de la DGT, lo que aporta ventajas en ciudad.

    • Equipamiento muy completo incluso en la versión básica: pantalla multimedia, climatizador, Apple CarPlay inalámbrico, 24 ADAS, etc.

    • Garantía de 7 años para el vehículo, lo que aporta tranquilidad al comprador por su sistema híbrido.

  • Lo que flojea:

    • La caja automática y el motor térmico generan un ruido elevado cuando pedimos más potencia, especialmente al acelerar con energía térmica.

    • La dirección imprecisa no ofrece una buena sensación de conexión con la carretera.

    • Aunque es eficiente, su enfoque no es deportivo: no es un coche ágil para curvas cerradas.

Comparado con otros SUV híbridos accesibles, el S400 destaca por ofrecer un paquete muy equilibrado por su precio, potencia combinada elevada, buen equipamiento y consumo bajo. Es una alternativa más interesante que otros modelos de similar precio pero que no tienen sistema híbrido y, por lo tanto, no cuentan con la etiqueta ECO.

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Gama y precios

  • S400 Premium: 27.490 € (≈ 23.490 € con promociones)

  • S400 Excellence: 28.990 € (≈ 24.890 € con promociones)

 

Galería de imágenes EBRO S400 x Óscar Sanz


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