Mercedes-AMG ONE: el número 1 entre los superdeportivos

Lo estábamos esperando. Prácticamente desde el mismo momento en el que se desveló el Mercedes AMG Project One, allá por 2017. Y mucho ha llovido, pero en Mercedes no podían haber elegido mejor momento para presentar la versión definitiva de este hypercar, el Mercedes-AMG ONE. Y es que este año se conmemora el 55 aniversario de AMG, la división encargada de las realizaciones más deportivas de la marca de la estrella.

¿Y qué nos trae este superdeportivo biplaza? Pues lo que ya nos adelantó en su día el prototipo: auténtica tecnología de Fórmula 1 para circular por la calle.

Sistema de propulsión híbrido con 1.063 CV

Cinco motores utiliza el Mercedes-AMG One. Sí, has leído bien. Su sistema de propulsión híbrido E PERFORMANCE utiliza un motor V6 de gasolina de 1,6 litros con sobrealimentación por turbocompresor y cuatro motores eléctricos. El V6 de gasolina, situado en posición central, guarda muchas semejanzas con los que utilizan los monoplazas de Fórmula 1 de la marca, y rinde 422 kW (574 CV), por lo que su potencia específica es de nada menos que 358 CV/litro. No nos extenderemos en los detalles técnicos, pero quédate con este detalle: es capaz de girar a un régimen máximo de… ¡11.000 rpm!

El turbocompresor cuenta con la asistencia eléctrica de un motor eléctrico -el primero de los cuatro mencionados-, MGU-H de 90 kW (122 CV) que permite a la turbina acelerarse hasta girar a unas 100.000 rpm antes de ser impulsada por los gases de escape, lo que mejora la respuesta desde el ralentí. Pero no es esa su única misión.

Este motor eléctrico asociado al turbocompresor puede funcionar como generador movido por la energía sobrante contenida en el flujo de los gases de escape, proporcionando energía eléctrica a la batería de iones de litio o alimentando directamente al motor eléctrico MGU-K -el segundo de los cuatro– que está acoplado al de combustión, y que es capaz de desarrollar 120 kW (unos 163 CV) de potencia. El motor de combustión y el motor eléctrico MGU-K transmiten la fuerza a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de 7 velocidades de nuevo desarrollo.

Y todavía nos faltan otros dos motores eléctricos más, situados en el eje delantero, cada uno de ellos con 120 kW, y acoplados únicamente a las ruedas delanteras, lo que permite una distribución vectorial de par «Torque Vectoring«. En total, la potencia de sistema alcanza los 1.063 CV. La batería también es un desarrollo específico con tecnología procedente de la F1, utilizada en el Mercedes-AMG GT 63 S Performance. Tiene una capacidad de 8,4 kWh, lo que permite al Mercedes-AMG One recorrer unos 18 km en modo eléctrico, recargando la batería previamente en un enchufe de corriente alterna y gracias al cargador integrado de 3,7 kW. El sistema utiliza tecnología de 800 voltios y refrigeración líquida.

Seis programas de conducción: de 0 a 200 km/h en 7 segundos

Nada menos que seis son los programas de conducción que ofrece el Mercedes-AMG ONE, desde el modo EV eléctrico puro a los modos Race plus y Strat 2 destinados exclusivamente para circuito. Entre medias, el modo Individual permite personalizar distintos ajustes, y los modos Race o Race Safe para conducir por carretera.

Con la función RACE START, que hace las veces de un Launch Control, apenas da tiempo a poner en marcha y volver a parar el crono, pues la aceleración de 0 a 100 km/h se cubre en 2,9 segundos. Aún más impresionante es lo que tarda en alcanzar el doble de esa velocidad: 7 segundos. Y para llegar a los 300 km/h desde parado solo necesita 15,6 segundos. A partir de ahí, el Mercedes-AMG ONE puede seguir ascendiendo hasta llegar a los 352 km/h.

Otras características técnicas destacadas del Mercedes-AMG ONE son los frenos cerámicos de alto rendimiento, la suspensión de cinco brazos en cada eje con muelles ajustables y amortiguación adaptativa, el ABS regulable en tres niveles, el control de estabilidad ESP con un modo específico para conducción deportiva y posibilidad de desconexión completa o las llantas forjadas de aluminio con cierre central, que se pueden sustituir en opción por una de magnesio parcialmente carenadas con elementos aerodinámicos de fibra de carbono.

Los neumáticos son Michelin Pilot Sport Cup 2R M01, desarrollados en exclusiva para este coche, en medidas 285/35-19 para el eje delantero, y 335/30-20 en el trasero

Aerodinámica activa, peso ligero

Diseñado para ofrecer la máxima carga aerodinámica posible, el Mercedes-AMG ONE es capaz de generar fuerzas que peguen el coche al asfalto desde apenas 50 km/h. La clave está en la aerodinámica activa, con distintos elementos de la carrocería accionados hidráulicamente que refuerzan la carga sobre los ejes en base a tres reglajes diferentes. El modo «Highway» es compatible con los programas de conducción que no son exclusivos para circuito; aquí, los alerones, las aletas del difusor frontal y las lamas de ventilación están cerradas.

En el modo «Track», para los programas de circuito Race Plus y Strat 2, abre las aletas del difusor y extiende el alerón trasero. Junto a la reducción de la altura de la carrocería (37 mm en el eje delantero y 30 mm en el trasero), Mercedes asegura que la carga aerodinámica se multiplica por cinco respecto a la configuración para circular en carretera.

Un tercer modo, denominado «Race DRS», se puede activar pulsando un botón. Funciona como el DRS de un Fórmula 1, configurando el alerón trasero y las lamas de ventilación para reducir la máxima carga aerodinámica en un 20%, lo que mejora la aceleración a alta velocidad. Al frenar, el modo «Race DRS» se desactiva automáticamente.

La utilización de fibra de carbono y de materiales ultraligeros, incluso en el sofisticado habitáculo, dejan el peso final del Mercedes-AMG ONE por debajo de los 1.700 kg, lo que nos deja otra increíble carta de presentación; una relación peso/potencia de menos de 1,6 kg/CV.

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