El Porsche Cayenne, a prueba en condiciones extremas. ¿Podrá soportarlo?

Las pruebas de los coches que se van a lanzar al mercado han cambiado mucho a lo largo de los últimos años. La llegada de la inteligencia artificial y los modelos digitales han hecho que sea diferente poner a prueba la resistencia y las características de cada modelo. Así que se puede comprobar cómo se comporta cada vehículo de forma virtual antes de someterlo a pruebas en entornos reales.

En el caso de Porsche, se ha trabajado con toda la información recogida a lo largo de todas sus décadas de historia para crear una réplica virtual del Porsche Cayenne eléctrico. Y este modelo virtual se ha llevado a los extremos con los que se encontrará en el mundo real. O que podría encontrarse, porque es raro que se pueda encontrar con todo lo que va a sufrir durante estas pruebas.

Y con este modelo, se ha trabajado de otra manera. Se ha optado por eliminar las pruebas con los vehículos para tests y se ha utilizado una réplica virtual que se comporta tal y como lo haría un coche de pruebas. Esto ha permitido ahorrar mucho tiempo e incluso una considerable cantidad de dinero, ya que el coche es totalmente digital.

La potencia de cálculo que utiliza Porsche con este coche digital permite corregir y ajustar elementos para que todo vaya bien cuando se trasladen los datos a un coche real. Este doble digital funciona como si estuviera circulando en condiciones normales, pero también se puede enfrentar a condiciones extremas. Temperaturas muy por encima de las habituales, pero también muy por debajo de las podría sufrir, terrenos muy accidentados e incluso con hielo y mojados.

La realidad virtual permite conducir este modelo virtual y adaptar los elementos físicos según los resultados obtenidos. Y claro, luego se pasa a las pruebas en la realidad, gracias a un nuevo banco de pruebas diseñado para reproducir todas esas condiciones en un entorno simulado.

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Con estas pruebas se puede controlar el comportamiento del coche en lo que respecta a resistencia a la temperatura, cómo responde la batería en cada circunstancia y todo lo referente al funcionamiento del coche. Y una vez con todo esto testado, llega el momento de poner al Cayenne de producción a prueba en entornos reales.

Aunque todavía queda este último paso, todos los ajustes realizados con el gemelo digital y con el coche físico en el banco de pruebas hace que esto sea casi un trámite para tener el coche listo para ser comercializado.