Dacia Hipster: así podría ser el próximo eléctrico urbano por debajo de los 15 mil euros de la marca rumana

Junto a otras novedades a las que ya hemos hecho referencia en una entrada anterior, Dacia nos ha sorprendido a todo en este inicio del mes de octubre con el Hipster, un vehículo conceptual que reinterpreta el espíritu de los kei cars japoneses, famosos por su tamaño compacto y sorprendente espacio interior.

Con este utilitario urbano, que por el momento no es más que un prototipo y aún está por ver si llegará algún día a la producción en serie, el fabricante rumano ha tratado de ofrecer una solución de movilidad eléctrica accesible adaptada a las peculiaridades del mercado europeo. El continuo incremento en el precio de los vehículos es una queja constante entre los consumidores y eso está obligando a algunos fabricante a optar por soluciones imaginativas a este problema, con el fin último de atender las demandas de sus clientes.

En Dacia consideran que esa solución puede pasar por crear una nueva categoría de vehículos en la que se enmarca el Hipster, con algunas limitaciones respecto a los urbanos del segmento A para reducir así los costes, pero con capacidades superiores a los cuadriciclos eléctricos que ofrecen hoy en día algunos fabricantes, incluso por debajo de los 10 mil euros.

Una nueva categoría de vehículo

El Dacia Hipster se posiciona así como una alternativa a los primeros, que suelen estar cargados de tecnología avanzada que los hace demasiado caros, no siendo además excesivamente eficientes. Con un peso aproximadamente un 20 por ciento inferior al del Dacia Spring, que apenas supera la tonelada, el Hipster elimina características superfluas para reducir tanto el precio como el peso, adaptándose así al presupuesto de un mayor número de clientes y reduciendo su huella de carbono por la mayor eficiencia consecuencia de su ligereza.

Según explican desde la marca rumana, este modelo podría generar tan solo la mitad del impacto ambiental de los urbanos eléctricos más eficientes actualmente en el mercado, marcando de este modo la diferencia en cuanto a sostenibilidad.

Solo lo que realmente es necesario

Al igual que en el exterior, el diseño interior del Hipster apuesta por la simplicidad. En lugar de pantallas táctiles de gran tamaño, la cabina adopta un enfoque minimalista. Dacia refuerza el concepto «trae tu propio dispositivo« haciendo que el smartphone del conductor actúe como llave, sistema de navegación y centro de infoentretenimiento al conectarse a una base integrada. Así mismo, el sistema de audio se reduce a un altavoz Bluetooth, siendo también el dispositivo móvil del conductor el encargado de reproducir la música o los podcasts durante los desplazamientos.

La simplicidad del interior llega al punto de que las ventanillas no suben y bajan mediante una manivela para reducir costes, eliminando así un componente electrónico, sino que son deslizantes de izquierda a derecha y, por supuesto, totalmente manuales. Incluso los tiradores de las puertas se han sustituido por asas, priorizando la funcionalidad y la economía.

Los asientos delanteros, diseñados como un banco con estructura visible y recubrimiento de tela, ofrecen un espacio y comodidad comparables a los del Dacia Sandero, a pesar de que el Hipster es un metro más corto. Este diseño eficiente maximiza además el espacio interior sin sacrificar practicidad.

No obstante, a pesar de todas estas limitaciones y a diferencia de algunos cuadriciclos ligeros, como el Citroen Ami o el Opel Rocks, el Hipster incluye airbags de serie, garantizando un nivel básico de seguridad. Aunque son únicamente frontales, para conductor y acompañante.

¿Veremos el Hipster en las calles?

Señalar, por último, que desde Dacia aseguran que para que este prototipo se haga algún día realidad en un modelo de producción, serán necesarios antes algunos cambios en las regulaciones europeas que están elevando los costes de producción y en consecuencia el precio final que paga el cliente. Todo ello considerando que, en opinión de la marca, esas regulaciones deberían ser algo más flexibles para aquellos vehículos, como el Hipster, destinados en exclusiva al ámbito urbano, donde se circula a velocidades más bajas y el riesgo de accidente es menor.