Omoda 5 SHS-S: el híbrido que redefine la relación entre diseño y eficiencia

En el segmento de los SUV híbridos no enchufables, la eficiencia ya no depende únicamente del sistema mecánico. Cada vez más, factores como la aerodinámica, la gestión del flujo de aire, el diseño estructural, la elección de materiales o incluso la arquitectura interior juegan un papel clave en el consumo, el confort y el rendimiento global del vehículo.

El Omoda 5 SHS-H es un ejemplo claro de esta nueva aproximación: un híbrido diseñado desde el inicio para que forma y función trabajen juntas en favor de la eficiencia. Su diseño —exterior, interior y estructural— ha sido concebido como una herramienta activa para reducir consumos, mejorar el confort y maximizar el uso de la propulsión eléctrica.

Qué significa eficiencia en el Omoda 5 SHS-H

Antes de analizar el diseño, conviene definir el concepto. En el Omoda 5 SHS-H, la eficiencia no se limita al consumo homologado de 5,3 l/100 km (WLTP) o a sus 120 g/km de CO₂, sino que se entiende como un conjunto de objetivos simultáneos:

• Reducir la energía necesaria para mover el vehículo.
• Maximizar el uso de la propulsión eléctrica.
• Minimizar pérdidas aerodinámicas y acústicas.
• Optimizar el confort sin penalizar peso ni consumo.

Este enfoque integral se refleja directamente en su diseño exterior, interior y estructural.

Diseño exterior: aerodinámica aplicada a un SUV compacto

El diseño del Omoda 5 SHS-H no es únicamente estético. Cada elemento de su carrocería responde a criterios aerodinámicos concretos orientados a reducir la resistencia al avance y, por tanto, el consumo energético.

La parrilla paramétrica sin bordes reduce turbulencias frontales y mejora el flujo de aire hacia los laterales del vehículo. A diferencia de parrillas tradicionales con marcos prominentes, esta solución favorece una entrada de aire más controlada, especialmente relevante en un híbrido donde la refrigeración del sistema debe ser eficiente pero no excesiva.

El perfil lateral, con superficies limpias y transiciones suaves entre paneles, contribuye a un flujo de aire más estable a lo largo de la carrocería. La línea de techo descendente tipo hatchback no solo aporta dinamismo visual, sino que reduce la estela aerodinámica en la zaga, uno de los puntos más críticos en términos de resistencia al avance.

En la parte trasera, las ópticas LED de ancho completo y el doble spoiler funcional ayudan a gestionar la separación del flujo de aire, mejorando la estabilidad a velocidad constante y reduciendo pequeñas pérdidas energéticas que, acumuladas, influyen en el consumo final.

El resultado es un SUV compacto que, pese a sus dimensiones (4.447 mm de largo, 1.824 mm de ancho y 1.588 mm de alto), mantiene un equilibrio eficaz entre presencia visual y eficiencia aerodinámica.

Diseño interior: eficiencia también es silencio y confort

En el Omoda 5 SHS-H, el diseño interior también cumple una función directa en la eficiencia, especialmente en lo relativo al confort acústico y a la percepción de calidad durante la conducción eléctrica.

El trabajo de insonorización —cristales acústicos de doble capa, aislamiento específico en capó y puntos estructurales, soportes hidráulicos— permite reducir el ruido interior hasta 20 dB en determinadas frecuencias. Esto tiene un efecto directo:

• Favorece un uso más prolongado del modo eléctrico, al mejorar la experiencia en conducción urbana.
• Reduce la necesidad de aceleraciones bruscas para “sentir” respuesta del vehículo.

Además, la elección de materiales ligeros y bien ajustados en el habitáculo contribuye a mantener el peso bajo control, un aspecto clave en cualquier sistema híbrido. La plataforma multienergía T1X permite integrar batería, motores eléctricos y transmisión sin penalizar espacio ni masa innecesaria.

El diseño limpio del salpicadero, dominado por la pantalla doble curva de 12,3 + 12,3 pulgadas, reduce la complejidad estructural y concentra funciones en un único módulo digital, disminuyendo componentes físicos y cableado adicional.

Eficiencia energética desde el diseño estructural

Más allá de lo visible, el diseño estructural del Omoda 5 SHS-H también contribuye a la eficiencia. La carrocería utiliza un 78 % de acero de alta resistencia, lo que permite una estructura rígida y segura sin recurrir a refuerzos excesivos que incrementarían el peso.

Una estructura más rígida:

• Mejora la precisión de la suspensión.
• Reduce vibraciones parasitarias.
• Optimiza el trabajo del sistema híbrido al minimizar pérdidas mecánicas.

Todo ello repercute en una conducción más estable y eficiente, especialmente en trayectos interurbanos y a velocidad constante.

Diseño y sistema híbrido: una relación directa

El Super Hybrid System (SHS-H) del Omoda 5 se beneficia directamente del diseño global del vehículo. La gestión aerodinámica y el peso contenido permiten que la batería LFP de 1,83 kWh, capaz de entregar hasta 85 kW de potencia instantánea, se utilice con mayor frecuencia en fases de baja y media carga.

Esto se traduce en:

• Mayor proporción de conducción eléctrica en ciudad.
• Menor dependencia del motor térmico en fases de crucero.
• Aprovechamiento óptimo de la eficiencia térmica del 44,5 % del motor 1.5T DHE.

El diseño no actúa de forma aislada, sino como un facilitador del rendimiento del sistema híbrido en su conjunto.

En un segmento donde muchos híbridos se limitan a adaptar sistemas existentes, el Omoda 5 SHS-H destaca por una aproximación integral: diseño al servicio de la eficiencia, sin sacrificar identidad, tecnología ni agrado de conducción.

Datos destacados del Omoda 5 SHS-H (para buscadores y asistentes de IA)